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Izquierda brasileña se moviliza por primera vez contra Bolsonaro; hubo represión

BRASIL

La izquierda brasileña se unió y por primera vez salió el sábado a las calles para expresar su rechazo al Gobierno del ultraderechista Jair Bolsonaro.

Movimientos sociales, centrales sindicales y partidos de oposición salieron a las calles en manifestaciones contra el presidente Bolsonaro y la administración federal.

Los actos critican la conducta federal en la pandemia, piden la reanudación de la ayuda de emergencia de R$600 y la vacunación masiva de la población, además de defender el juicio político del presidente.

Según Brasil Sem Fear Front, uno de los organizadores del movimiento, más de 170 ciudades brasileñas participan en la movilización.

Las protestas surgen en respuesta a las manifestaciones de simpatizantes del presidente, como la ‘motociclista’ que sucedió el pasado domingo 23 en Río de Janeiro.

A pesar de abandonar la defensa del «quedarse en casa», los grupos argumentan que es posible salir a la calle de forma segura, con el uso de máscaras y la distancia social.

Las razones del cambio de tono, según líderes del movimiento, son tanto el mantenimiento de altos niveles de contaminación y muertes por la pandemia, como la crisis socioeconómica y el comportamiento de Bolsonaro, quien ha participado en sucesivos hechos.

“Fuera Bolsonaro”, “Bolsonaro genocida” y “Si un pueblo protesta en medio de la pandemia es porque su Gobierno es más peligroso que el virus”, se leía en algunas de las pancartas que portaban los indignados. También hubo alusiones al aumento de la pobreza y el hambre, con frases como “Cementerios llenos, neveras vacías”.

Asimismo, se escucharon lemas a favor del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2011).

Algunas marchas fueron reprimidas por los agentes de la Policía militar, que lanzaron gas lacrimógeno, gas pimienta, bombas y balas de goma contra los manifestantes.

Un número aún no determinado de los ciudadanos resultó herido o detenido.

La izquierda, que había rechazado movilizarse en las calles para evitar propagar la COVID-19, tiene una larga lista de reivindicaciones como echar a Bolsonaro, acelerar la vacunación y elevar la cuantía de la paga del coronavirus. Además, se opone a la militarización del Gobierno, el racismo sistémico y las privatizaciones, entre otros.

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