REFLEXIONES: El Buen Pastor

AYUDAME A SALVAR UNA VIDA

Hola amigos, ¿qué tal? El Buen Pastor es uno de los salmos más proclamados a través de los tiempos, siempre me he identificado con él, es la razón por la que la parroquia que fundé en compañía de buenos feligreses, en la capilla de mi colegio, Centro de Enseñanza El Buen Pastor, terminó llamándose Parroquia El Buen Pastor.
El Buen Pastor es Jesús, sus ovejas somos nosotros, todos aquellos elegidos por Él, para pastorear su rebaño de fieles creyentes, somos pastores, sacerdotes, diáconos, ministros, hermanas religiosas, maestros, predicadores…
Nos dice el libro de Jeremías: “hay de los pastores que dispersan y dejan perecer a las ovejas de mi rebaño, yo los tomaré en cuenta por la maldad de sus acciones”, en otras palabras, todos aquellos que provocan el alejamiento de sus ovejas, de sus creyentes, de la Iglesia, por darle malos ejemplos o maltratar a sus fieles, que se preparen, llegará el momento en que el Padre hará su reclamo.
Ser pastor, seguidor de Cristo y dirigir una comunidad de creyentes, a través de una Iglesia, es ser una persona humilde, de corazón puro, consagrada a la oración, amable, educada, desprendida de lo material, con una actitud firme de ayudar permanentemente al prójimo y dar su vida por las ovejas del Padre.
No sé cuántos de estos pastores están actuando conforme a las enseñanzas del Señor, Víctor Martínez piensa que debemos revisarnos, empezando por mí, rectificar nuestras actitudes de ser necesario y actuar conformes al perfil de representantes del Padre.
Hoy te pido Señor, perdonar a quienes reconozcamos ante ti nuestras debilidades, haciendo el propósito firme de no volver a caer, llena nuestros corazones de tu amor, ten misericordia de nosotros y danos la pureza de corazón y la sabiduría divina para conducir a tus ovejas, nuestro pueblo, por los caminos de la verdad, de la paz y del amor. Amén.
Hasta la próxima.




