REFLEXIONES: Sin obras, no hay fe
AYUDAME A SALVAR UNA VIDA
Hola amigos, ¿qué tal? Hoy me sentí inspirado a ponerle atención a la Lectura de la carta del Apóstol Santiago 2, 14-18, dice así
“¿De qué le sirve a uno, hermanos míos, decir que tiene fe, si no tiene obras? ¿Podrá acaso salvarlo esa fe?
Si un hermano o una hermana andan desnudos y faltos del alimento diario y uno de ustedes les dice: «Vayan en paz; abríguense y sáciense», pero no les da lo necesario para el cuerpo; ¿de qué sirve?
Así es también la fe: si no tiene obras, está muerta por dentro.
Pero alguno dirá: «Tú tienes fe y yo tengo obras, muéstrame esa fe tuya sin las obras, y yo con mis obras te mostraré la fe». Palabra de Dios.
Víctor Martínez piensa que hay poco que comentar en esta lectura, la cual sirve para hacerle un llamado a las tantas personas de fe, que oran tanto, que dicen creer, que metidas o no en la Iglesia tienen un corazón bondadoso y no hacen daño a nadie, pero son duros para ayudar al prójimo, no se desprenden de nada para dar de comer, abrigar, extender su mano al enfermo con una medicina, solo viven para ellos.
Se educa, se enseña, se predica con el ejemplo, de que vale que tu digas que tienes fe, que eres de Dios, pero ignoras a sus hijos, que son tus hermanos.
A mí no me digas que no sabes como hacerlo, nuestra Fundación Vidas en Desarrollo vive clamando, implorando, rogando la ayuda mínima de cada uno de ustedes para asistir a todo el que se nos acerca pidiendo ayuda.
Pero allá cada cual, el que sí sabe que tiene fe con obras, ese soy yo.
Hasta la próxima.
