Haití, ¿encontrará a los asesinos de Moïse?
120 días después del asesinato del presidente Juvenel Moïse, en Haití ignoran quiénes son los culpables.
En la madrugada del 7 de julio, mientras la ciudad aún dormía, en la sombra, emisarios del crimen se movían en Pétion-Ville , residencia del presidente Juvenel Moïse y en presencia de su esposa e hijos, lo ejecutaron.
Pero, son tan oscuras las madrugadas y los días en Haití, que, precisamente, ¿los asesinos han podido moverse como sombras durante 4 meses sin ser atrapados?
La inocencia de la seguridad presidencial, así como su entorno más próximo durante las últimas 12 horas anteriores al magnicidio, por simple lógica se debe descartar.
Ni dentro ni fuera de Haití, la prensa ni siquiera profundiza en nada que tenga que ver con el magnicidio, priorizando las bandas que controlan lo que aún lleva el nombre de nación.
Una víctima, muchos casquillos de balas 9 milímetros, una viuda y un fruto del matrimonio, ¿qué más encontraron los investigadores en la mansión presidencial?
120 días es demasiado tiempo para investigar un magnicidio que dejó testigos. ¿A quiénes se encubre y se protege?
