REFLEXIONES: Palabras de aliento de mi ex alumna
AYUDAME A SALVAR UNA VIDA
Hola amigos, ¿qué tal? Quien uno menos piensa te está dando seguimiento por las redes, te está leyendo, está pendiente de ti y un día te sorprende con un saludo, un comentario o un hermoso testimonio.
Por ser un libro abierto y expresar siempre mis testimonios, pensamientos, sentimientos a quienes me rodean, es por lo que he quedado expuesto a la observación, interpretación, en ocasiones juicios, de quienes por alguna razón me escuchan.
Y como Jesús, que fue Dios, no logro caer bien a todo el mundo, al extremo de que fue juzgado y crucificado, jamás he pretendido, salvarme de las opiniones hirientes de algunos de mis “seguidores”; al menos me siguen.
Luego de enviar uno de esos mensajes de amor inspirados por el Espíritu Santo, un exalumno me escribe algo descompuesto que me hirió, me entristeció y el demonio se las ingenió para que yo empezara a pensar en dejar de enviar mis mensajes.
De inmediato y por Dioscidencia mi ex alumna Yonaira, quien nunca me ha escrito y ni sabía que leía mis mensajes me escribe:
“Pueden pasar los años, pueden cambiar los tiempos, llegar tecnología, virus y pandemia y siempre serás certero con tus consejos y recomendaciones, Dios te bendiga por ese mensaje tan hermoso.”
De inmediato le confié lo que me acababa de pasar, para que viera cómo el Señor actúa en nuestras vidas, cuando somos de fe, y me respondió:
“Pero Víctor Martínez, eres un gran consejero de tantos años, el cual ha ayudado tanto con ese hermoso “hola qué tal”, esa es tu marca personal, eres tú y eso para mí significa mucho, eres tú con tu sonrisa quien pregunta al lector o al que escucha, cómo estamos en ese momento, seguido de un mensaje que llega e impacta siempre a alguien, por más sencillo o profundo que sea el tema que trates siempre impacta, a mí el de ayer me encantó porque estoy pasando por el tema de los hijos en la adolescencia y te aseguro que llegan. Dios siempre te ha utilizado de una manera maravillosa para tratar a tus alumnos que te queremos, a tus pacientes, al que no conoces y ayudas con tus obras, sigue llenándonos los días con “Hola amigos qué tal”, porque estamos contentos de seguir escuchándote y leerte, Dios te bendiga siempre.”
Bendito seas Padre de Amor por tus detalles para conmigo y por siempre iluminar mi camino y hablarme de alguna manera, bendice y protege a todos los que me escuchan.
“Habla Señor, que tu siervo escucha” 1 Samuel 3
Hasta la próxima.