REFLEXIONES: Santos, difuntos y demonios

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Hola amigos, ¿qué tal? Santos, difuntos y demonios, tres personajes que son recordados en tres dÃas consecutivos ¿coincidencia?
El 31 de octubre hay quienes celebran Halloween, aunque en la actualidad es una fiesta de disfraces, en donde niños y grandes recolectan y comen grandes cantidades de golosinas, los orÃgenes del Halloween, que tiene lugar el último dÃa de octubre, no son tan alegres y sus raÃces provienen de un antiguo festival celta de hace más de 3 mil años.
La celebración marca el dÃa antes de la fiesta cristiana occidental de Todos los Santos e inicia con Halloween, que dura tres dÃas y concluye con el DÃa de Todos los Santos.
Durante el festival se creÃa que las almas de los que habÃan muerto volvÃan a visitar sus hogares, y también se creÃa que los que habÃan muerto durante el año viajaban al otro mundo. La gente prendÃa hogueras en las colinas para volver a encender los fuegos de su hogar durante el invierno y ahuyentar a los espÃritus malignos, y a veces usaban máscaras y otros disfraces para evitar ser reconocidos por los fantasmas que se creÃan presentes.
Fue de esa manera que seres como brujas, duendes, hadas y demonios llegaron a asociarse con el dÃa. También se pensó que el periodo era favorable para la adivinación en asuntos como el matrimonio, la salud y la muerte. Otros aseguran que se celebra el dÃa del nacimiento del diablo.
Cuando los romanos conquistaron a los celtas en el siglo I d.C., agregaron sus propias fiestas, que conmemoran el fallecimiento de los muertos y de Pomona, la diosa de la cosecha.
En el siglo VII d.C., el Papa Bonifacio IV estableció el DÃa de Todos los Santos, que originalmente era el 13 de mayo. Quizá en un esfuerzo por suplantar la fiesta pagana con una observancia cristiana, se trasladó al 1 de noviembre. El dÃa de los santos se convirtió en una vÃspera sagrada o santificada.
VÃctor MartÃnez piensa que, aunque nuestros muertos, santos y demonios los han querido poner a bailar la misma danza, son celebraciones totalmente diferentes, dos revestidas de gran pureza y dignidad y otra que los cristianos no tenemos ni que mencionar.
Hasta la próxima.