REFLEXIONES: Sufrimiento, humildad y Dios
AYUDAMER A SALVAR UNA VIDA
Hola amigos, ¿qué tal? El sufrimiento nos hace más humildes y nos acerca más a Dios. Me parece más que simbólico el hecho de que cuando estamos muy bien, en la abundancia, miramos hacia arriba, hacia el cielo, hacía el infinito, y que cuando estamos pasándolo muy mal, tendemos a mirar hacia abajo, hacia el suelo, hacia lo finito.
“Rabbi Bunim afirma que todos deberíamos llevar dos papelitos en el bolsillo: uno de ellos con la frase del Talmud «El mundo fue creado por causa de mí», y el otro con las palabras del Génesis: «No soy más que polvo y ceniza».
Una buena salud mental está comprendida entre ambos mensajes, entre la humildad y la arrogancia. Del mismo modo que la síntesis entre la humildad y la arrogancia favorece la salud mental, la combinación de éxtasis y agonía establece una relación saludable con la realidad.
El éxtasis me hace sentir invencible; me produce la sensación de que soy el dueño de mi destino, de que creo mi propia realidad. Sin embargo, la agonía me rinde vulnerable y pequeño; me hace creer que dependo de mis circunstancias y tengo poco control sobre mi realidad. El éxtasis sólo genera una arrogancia desprendida; el sufrimiento sólo engendra resignación”. Las dificultades de la vida nos empujan a buscar un punto medio.
Víctor Martínez ha tenido que aprender a ser cada día más humilde y reconocer que solo Dios basta, por lo que tenemos que aprender a comportarnos según los designios del Creador, ojalá te des cuenta muy pronto lo necesario que es aceptar con resignación los sufrimientos y aprovechar sus aprendizajes.
Cuando se aprende a aceptar, incluso a abrazar, las experiencias difíciles, el sufrimiento se con-vierte en una herramienta, en un instrumento para crecer.
Dios los bendiga a todos.
Hasta la próxima.