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REFLEXIONES: Estamos librando una gran batalla

  AYUDAME A SALVAR UNA VIDA  

 

Hola amigos, ¿qué tal? Los profesionales de la conducta, psiquiatras, psicólogos, orientadores, consejeros espirituales, dirigentes religiosos, sacerdotes, pastores, maestros, no somos magos, no tenemos la varita mágica que con solo tocar transforme vidas.

Estamos librando una batalla a brazos partidos, como dice el refrán, de la que nosotros mismos no escapamos, innumerables niños, adolescentes, adultos envejecientes, profesionales, han quedado muy afectados con esta pandemia, con los cambios que ha estado dando el mundo, con la falta de afecto, de amor, que se siente con el distanciamiento social, al no poder compartir afecto, y no poder socializar como antes.

Los niveles de estrés han subido significativamente, la ansiedad, la depresión, la angustia, la sensación de soledad, la falta de cariño, de sonrisas, de contacto físico, nos han dañado.

El nuevo estilo de vida, la pérdida de trabajo, la convivencia y la dinámica del hogar – oficina – familia, están afectando a muchos.

Las Iglesias con menos feligreses, la falta de retiros espirituales, de comunidades y grupos de oración, han deteriorado espiritualmente a muchos.

Cada día mas desgracias, más muertes, pareciera que estamos entrampados entre unas redes tejidas intencionalmente para acorralarnos y llevarnos a la locura.

Incluso los mismos problemas de siempre, dificultades y tropiezos, hoy los vemos como una gran roca que se nos cae encima y no podemos evitar que nos aplaste.

Se nos han quitado las fuerzas, el entusiasmo, la motivación, las ganas de seguir, y hemos quedado con una actitud negativa, pesimista, derrotista.

 

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Víctor Martínez te asegura al ver este panorama todos los días, en innumerables personas desesperadas que acuden en busca de ayuda, que en la vida todo tiene solución, que no todo está perdido, ni terminado, recuerden como nos dicen las Sagradas Escrituras en Eclesiastés 3 que:

“Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora: Tiempo de nacer y tiempo de morir; tiempo de plantar y tiempo de arrancar lo plantado; … tiempo de rasgar y tiempo de coser; tiempo de llamar y tiempo de hablar; tiempo de amar y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra y tiempo de paz.”

Es pues hora de que busquemos el tiempo de la liberación, de la paz, de la sanidad, permitiendo que Dios se haga cargo al entrar en nuestros corazones.

Hasta la próxima.

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