REFLEXIONES: Terapeutas de Dios
AYUDAME A SALVAR UNA VIDA
Hola amigos, ¿qué tal? Existen profesionales de la conducta muy bien preparados, a la gente les encanta entrar a consulta y ver muchos diplomas especializados, que les garantizan estar en buenas manos.
Hay muchas teorías y métodos terapéuticos, para ayudar a la gente, incluso tratamientos farmacológicos, recursos variados, pero no podemos olvidar lo complejo que es el ser humano.
Víctor Martínez siempre ha creído que no todo el mundo sabe tocar el alma humana, sin importar los niveles de preparación que un terapeuta tenga, y es ahí donde está la magia de la sanación, pues del alma nace el amor, y el amor todo lo cura.
Recordar que ante ti hay un ser humano que necesita ser escuchado, comprendido, aceptado, amado con sus culpas, dificultades e imperfecciones y tocar lo más profundo de su alma, es algo que solo se puede lograr si le das participación a Dios, en medio de tu terapia.
Enseñar a un ser humano a interiorizar y aprender a canalizar sus energías, permitiendo que fluyan en orden divino, para conseguir su paz, bienestar, salud, estabilidad, es algo que se puede lograr si la persona aprende a perdonarse, a amarse, a aceptarse tal como es, pues nadie puede dar lo que no tiene; para tú perdonar y amar a los demás, debes dar este gran paso en tu proceso terapéutico.
No son los conflictos con tu pareja, o con tus padres, hermanos, o con tus compañeros de trabajo, ni el malestar que sientes con el entorno, eres tú quien estás mal, quien tiene que reconocer que si no buscas ayuda e interiorizas desde lo más profundo de tu alma, nada cambiará.
Si Dios está contigo, el cielo está dentro de ti, busca el camino para reencontrarte con Dios y pídele que te pase su mano sanadora, a través de la persona idónea, para alcanzar tu salud, bienestar y felicidad.
Hasta la próxima.
