ACTUALIDADNACIONALESOPINION

Los fantasmas de un nuevo holocausto.

Por Teodoro Reyes Torres

En aras de la supervivencia y de la libertad, se sabe que en su hábitat natural los animales se pelean esencialmente por defender linajes, por comida, por poder o por territorios. La vida y la libertad son los dones más sagrados que poseen los seres vivos, sus defensas están intrínsecamente vinculadas a la memoria instintiva y la ralea de cada especie.

Los seres humanos también somos animales y la facultad que tenemos para el razonamiento es la única característica que nos diferencia de las demás especies que habitan la tierra. Por consiguiente, cada vez que al fragor de nuestros conflictos vejamos derechos fundamentales, nos degradamos e igualmente nos comportamos como los demás géneros del reino animal.

Al decir esto, hoy nos planteamos tres cuestiones que nos inquietan, ¿Por cuáles causas lucha Vladímir Putin? ¿Cuáles argumentos esgrime un hombre al que se le atribuye una elevada inteligencia racional para atacar y masacrar un pueblo que no le agrede? ¿Es Vladimir Putin consciente de los reales motivos que hicieron fracasar a la antigua Unión de Repúblicas Soviéticas?

Los presentes acontecimientos bélicos en Ucrania nos hacen dudar, más bien revelan que dictador del Kremlin es un hombre paranoico y nostálgico, un peligroso tirano que sueña con un imperio capitalista similar al militar que hasta finales del siglo XIX mantuviera la federación rusa, que en estos tiempos de integración y apertura mundial ya no encaja.

Para él está muy lejos el propósito de erigirse en el hombre predestinado a unir las antiguas repúblicas que en pasado conformaron el poderoso bloque soviético. El déspota ruso no es más que otro gran psicópata y depredar humano, de los tantos que han deambulado por los pasillos de la historia de los poderes públicos.

En contraste a todos los planes que se diseñaron en el Kremlin, las estrategias militares les están fallando. Sorpresivamente se ha encontrado con el admirable valor y la inesperada heroicidad con la que el pueblo ucraniano resiste la embestida de su todopoderoso ejército, eso le hace sudar y le perturba.  

Presumido y soberbio, Vladímir Putin bravuconea con el poder nuclear de la Rusia de Losin Stalin. Humilla a subalternos y a pueblos cercanos que no le comulgan. Y ahora, con la invasión a Ucrania, lo que está logrando es poner en marcha un complejo proceso que interna y externamente culminará con su propia decadencia y aislamiento mundial.

¡Animo, pueblo ucraniano, que el mundo entero ya se adhiere a tu causa libertaria, la victoria costará muchos sacrificios, pero al final te llegará!

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba