Un héroe anónimo, nadie como él enfrentó al invasor

Por Augusto Álvarez
A la hora de valorar el coraje, la voluntad de acero contra el invasor, en abril de 1965, se debe establecer la diferenciación de los héroes encabezados por el coronel Francis Caamaño.
Además, de ese obrero que con rabia desafío y con el puño hizo frente al imperio.
La aparición de ese obrero en varios medios informativos internacionales, proyectó más la heroicidad de un pueblo dispuesto a ser libre.
No constituye ninguna aberración afirmar que la situación de los líderes históricos de la insurrección de abril recibió un mayor respaldo a nivel internacional.
¿Tenía el hombre que a puños limpios desafío al invasor una militancia política?
Claro que sí. Combatir por la soberanía y gritar a todo pulmón el restablecimiento de la Constitución de 1963. Esa era su militancia política.
En los ardientes capítulos de abril, el pueblo decidió matrimoniarse o sostener una unión libre, cerrando filas con quienes exponían el pellejo enfrentando al invasor.
Combatieron al gringo invasor, históricos luchadores antiimperialistas, trabajadoras sexuales y algunos con preferencias sexuales cuyo valor en el frente resultó evidente.
La dirección histórica del momento insurreccional, es posible, nadie la cuestiona. Sin embargo, cómo seguir manteniendo en el anonimato a ese obrero que a puño limpio hizo frente al invasor.