En Colombia se impuso la honestidad

En los últimos procesos electorales, en países latinos, los periodistas trillan una ruta que no forma parte de lo que se enseña en las aulas, ni de la ética.

Hasta donde sabemos, el elemento de formar profesionales para que sean de izquierda o derecha, honestos o corruptos, eso va con cada quién.

¡Los expertos analistas! venían soplando por el candidato de la extrema derecha de Colombia y vomitando barbaridades del gran triunfador Gustavo Petro.

Sabiduría de comentaristas ¡analistas! a distancia en la creencia de que el derrotado aspirante presidencial Rodolfo Hernández podría llegar, se cuidaron en decir que este político posee un expediente de corrupción en la justicia colombiana.

Mientras que el triunfante Gustavo Petro, emergente presidente, así como Francia Márquez, una aguerrida luchadora en la lucha por la tierra, constituyó una columna indestructible.

Naturalmente, la conducta sin tacha de la pareja presidencial, carecía de interés para quienes se esforzaban para que un hombre con un expediente de corrupción escalara al poder en Colombia.

Conforme los últimos procesos electorales, únicamente Joe Biden no representó a una candidatura de izquierdas, de acuerdo a la visión de un sector de la prensa.

Posiblemente, el triunfo de la mutual Petro/Márquez para dar un nuevo enfoque a la política en Colombia, antes de analizar con qué vienen, se debe pensar preguntar si esa victoria obligará a Estados Unidos a producir cambios para la región.

En verdad, el próximamente ex presidente Iván Duque, así como su sostenedor Álvaro Uribe Vélez y las fuerzas del mal que recepciones sus ideas, acaban de cavar su propia tumba, al dar su respaldo a Hernández.

Y por ahí se aproxima otra tormenta para Estados Unidos, la cual ya identifican con el nombre de Ignacio Lula da Silva.

Lula será un hueso difícil, casi imposible de roer y el nerviosismo ya se siente en los predios de Jair Bolsonaro con los resultados de una última encuesta, que revela el 13% de sus votantes, ahora cambiaron de ruta con el poderoso dirigente izquierdista.