Sembradores de cizaña

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REFLEXIONES
Hola, amigos, ¿qué tal? Ante todo, vamos a describir qué es una cizaña: Es una planta de tallo ramoso, hojas estrechas y espigas anchas y planas cuyos granos contienen un principio tóxico; crece espontáneamente en los sembrados y es muy difícil de extirpar.
Cizaña es sinónimo de discordia, disensión, enemistad, odio, hostilidad y sobre todo envidia. Es utilizada en la Palabra de Dios cuando Jesús responde: “El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre. El campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del reino, y la cizaña son los hijos del malo”.
Es muy común tener personas envidiosas a nuestro alrededor que dizque te aconsejan, te guían, pero son perfectos sembradores de cizaña en tu vida, sembrando en tu corazón la duda e incluso haciéndote tomar decisiones inadecuadas.
Por ejemplo: “¿Y como tu le aguantas a ese hombre tantas cosas?, no te humilles tanto, suelta eso”, “¿Y tu vas a cargar con ese problema?, vas a arruinar tu vida”, son opiniones mal sanas, que no proceden, nadie tiene que decirte lo que tienes que hacer, ni juzgarte, posiblemente esa que envidia tu estatus matrimonial te está mandando a botar al marido, ese que no les ha dado apoyo a sus padres, te los esta pintando como una carga, son opiniones dizque bien intencionadas, pero en el fondo la envidia pone al otro a sembrar cizaña.
Vivimos rodeados de sembradores de cizaña que quieren llevar a tu corazón el veneno tóxico de la falta de paz, influenciándote sutilmente para que tomes decisiones inadecuadas, aprende que solo Dios puede sembrar en tu corazón la buena semilla, nunca Dios va a querer que destruyas tu matrimonio sin antes luchar por salvarlo, que tires un hijo a la calle, que le quites el apoyo a tus padres, que abandones el trabajo, sin antes asegurar otro, que actúes de manera irreflexiva, ni violenta, no te dejes llevar de ningún sembrador de cizaña.
Recuérdalo las mejores decisiones están sujetas a la voluntad de Dios, deben darte paz, favorecer a quienes te rodean y ser difíciles de ejecutar.
Hasta la próxima.