El amor de Dios en la familia

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REFLEXIONES…
Hola, amigos, ¿qué tal? Merhaba, arkadaslar, ¿nasilsiniz?
La lectura de hoy II Tesalonicenses 2, nos reafirma el amor de Dios hacia nosotros, su consolación eterna para nuestros corazones y una esperanza dichosa que no debemos perder.
Cuando nuestro obrar es bueno y nuestras palabras son puras y dignas, El Padre afianza su confianza en nosotros, de aquí que debemos aprender a comportarnos sin hacer daño a nadie y evitar proliferar malas palabras, palabras obscenas e insultantes.
Nos invita finalmente, a orar entre nosotros para que la Palabra del Señor siga propagándose y adquiriendo gloria, y para que nos veamos libres de los hombres perversos y malignos; que no tienen fe.
Es confortable escuchar lo fiel que es el Señor con nosotros y cómo nos cuida y nos protege de las fuerzas del mal, del Maligno. Esto, lógicamente para quienes cumplen y cumplirán con sus leyes y mandatos, con las normas que Él nos ha trazado para comportarnos en este mundo.
Al final, la Palabra de Dios nos garantiza, que el Señor guiará nuestros corazones hacia el amor de Dios y la tenacidad de Cristo.
Víctor Martínez ha llegado a la conclusión de que cuando una familia está inmersa en una situación de crisis, debe buscar de Dios, poner su confianza con fe y esperanza en el Señor, sus miembros deben asumir un comportamiento apegado a lo que Él nos manda, orando con perseverancia y abriendo los corazones a su amor.
Hasta la próxima.