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Haití es un barril de pólvora a punto de explotar y bajo control de pandillas

El vecino país es dirigido por un gobierno de facto, sin parlamento, sin poder judicial, donde llueven los asesinatos y secuestros y hasta los policías están protestando por la inseguridad

 

Por la Redacción

SANTO DOMINGO, R.D.

Haití luce en estos momentos como un barril de pólvora, rodeado de gasolina, y un mechón encendido, pegado de la pared, a punto de desprenderse.

La situación haitiana es sumamente tétrica, con un primer ministro de facto, Ariel Henry, elegido por un grupito, pero rechazado por la mayoría de sus compatriotas.

Sin parlamento y sin un poder judicial. Es decir, Haití no tiene quien lo gobierne.

La verdad es que este país, en estos momentos está al borde del colapso, en medio de una histórica inseguridad, donde, ni siquiera, la residencia de su “presidente” tiene seguridad.

Incluso, Puerto Príncipe, la capital haitiana, está en manos, bajo control de pandillas criminales.

El 2023 ha sido sangriento para Haití, pues unos 15 miembros de la policía, fueron ejecutados, ciudadanos civiles, asesinados, otros secuestrados.

Esta misma semana, hasta la propia policía se sumó a las protestas, donde agentes de esa “institución”, atacaron la residencia del primer ministro de facto (Ariel Henry) y la saquearon.

Se informado, además, que varias embajadas han vuelto a cerrar sus puertas, por la inseguridad que se está tragando al país

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Mackendy D’Haiti

Asesinaron a un político

El viernes, elementos armados asesinaron a dos personas, entre ellas al ex candidato a alcalde de Léogâne, Mackendy D’Haiti (Bibon), activista político e implacable opositor al régimen del PHTK (Partido Haitiano Tèt Kale).

Según un testigo, el asesinato del político fue cometido por varias personas, entre ellas miembros de la policía.

Era uno de los principales líderes de los movimientos callejeros en la ciudad de Anacaona.

Se fueron huyendo

En los últimos días, decenas de residentes en sectores del norte de la capital haitiana, Puerto Príncipe, han tenido que abandonar sus hogares, huyendo de las bandas criminales, que han tomado el control de esa zona.

Informaciones procedentes de Puerto Príncipe dan cuenta de los residentes de Corail, Jerusalén y Ona Ville tuvieron que abandonar sus hogares, tras la intervención de bandas criminales, fuertemente armadas, que aterrorizan a ciudadanos pacíficos, violan mujeres y disparan contra quienes se atreven a enfrentarlos.

Eso mismo habían hecho habitantes de Village de Dieu, Thomassin, La Boule, Carrefour-Feuilles, que tuvieron que huir de sus casas para esconderse a otro rincón de la capital.

La mayoría de los habitantes de esos sectores llegaron al se ubicaron en esos lugares luego del terremoto del 12 de enero de 2010.

Mientras tanto, las protestas en Haití se extendieron por doquier, e incluso, hasta en cárceles del país.

El jueves, por ejemplo, estallaron disturbios en la Prisión Civil de Gonaives, con un salto negativo: 14 reclusos muertos. Además, hubo heridos y 11 escaparon de la prisión.

La realidad es que Haití es un barril de pólvora a punto de explotar, huérfano de autoridades y controlado por pandillas criminales.

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