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¿Sabiduría humana o divina?

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REFLEXIONES…

 

 

Hola, amigos, ¿qué tal? Merhaba, arkadaslar, ¿nasilsiniz?

La verdad que Dios es sabio, con una sabiduría divina extraordinaria, es Dios, nos crea y respeta la libertad del hombre respecto a cumplir o no cumplir sus mandatos. El que sigue la ley del Señor es dichoso, y Jesús se encarga de llevar a su plenitud la ley y los profetas.

El libro del Eclesiástico 15 nos dice que cada uno de nosotros es libre y debe tomar sus decisiones en la vida. Pero la verdadera prudencia es seguir la voluntad del Señor y el que sigue sus mandamientos va aprendiendo también esa sabiduría de Dios.

Es interesantísimo ver como el libro de Sirácida nos explica que cumplir la voluntad de Dios, es prudencia, y que eres tu quien decide si quieres guardar los mandatos del Señor.

Es esta la razón por la que el salmo 118 nos dice que son dichosos quienes caminan en la voluntad del Señor y lo buscan de todo corazón.

Víctor Martínez piensa que esta forma de comportarse es de sabios, pero tal como nos dice San Pablo, la sabiduría humana es muy diferente a la divina, por ejemplo, los griegos eran famosos por su filosofía y sabiduría humana, pero nunca como la sabiduría misteriosa que nos viene de Dios, una sabiduría que no es de este mundo, ni de los príncipes de este mundo, es una sabiduría divina, misteriosa, escondida, predestinada por Dios antes de los siglos para nuestra gloria.

Es San Mateo 5, quien nos da las pautas establecidas por Jesús para comportarnos con sabiduría divina: Todo el que esté peleado con su hermano, reconcíliese, no lo llame imbécil ni renegado, que Dios no te lo va a permitir.

No vayas a orar y llevar ofrendas a la Iglesia si estás en pleito con alguien, reconcíliate primero y perdona, y entonces vuelve a presentar tu ofrenda.

No cometas adulterio, no estes mirando a las personas casadas deseándolas, ya has sido adúltero con ellas en tu interior. Si tu ojo derecho te hace caer, sácatelo y tíralo o si tu mano derecha te hace caer, córtatela y tírala, porque más te vale perder un miembro que ir a parar entero al infierno.

El que se divorcie de su pareja, excepto en caso de impureza, la induce al adulterio, y el que se case con la divorciada comete adulterio. No jures en falso y cumple con lo prometido al Señor.

Son estos algunos de los mandatos del Señor para cumplir su voluntad y actuar con sabiduría divina, eres libre, porque así te ha creado Dios, te toca a ti ahora, hacer buen uso de la libertad que Él te ha dado.

Hoy, la Fundación Farach te invita a reflexionar acerca del cumplimiento de tu relación con Dios.

Hasta la próxima.

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