
AYUDAME A SALVAR UNA VIDA
Hola, amigos, ¿qué tal? Merhaba, arkadaslar, ¿nasilsiniz?
“Creo en Dios, a mi manera”, es una frase muy escuchada en boca de quienes no quieren someterse a los mandatos del Señor, no quieren respetar las leyes universales de Dios, no quieren mostrar la presencia de Dios en sus vidas, porque al parecer se avergüenzan de Él, por quienes se acomodan y no asumen una responsabilidad ante su misión asignada por el mismo Dios para llevar Su Palabra por el mundo entero, aunque sea con los comportamientos ejemplares.
Creo en Dios a mi manera, es una expresión muy propia de quienes viven situaciones de pecado que no quieren enfrentar con su Dios, queriendo justificar incluso lo mal hecho, acallando su conciencia y no queriendo aceptar que, lo bueno, ético, correcto, viene de Dios y lo que es malo es malo y te aleja de Dios.
Son personas tan cómodas que se jactan de decir que no pertenecen a ninguna religión, que, no creen en religiones, pienso que, por ignorancia, ya que, la religión es uno de los aspectos más profundos y complejos de la experiencia humana.
A lo largo de la historia, las religiones han ofrecido respuestas a las preguntas fundamentales sobre la existencia, el propósito y la moralidad. Aunque existen numerosas definiciones y enfoques, podemos resumir la religión como un sistema de creencias, prácticas y valores que conecta a las personas con lo sagrado y lo trascendental.
Las creencias son el núcleo de cualquier religión. Estas pueden ser relativas a la existencia de deidades, espíritus, fuerzas sobrenaturales, o principios filosóficos. Las creencias religiosas suelen incluir narrativas sagradas, mitos y doctrinas que ofrecen una comprensión del mundo y orientan el comportamiento humano.
Las prácticas religiosas incluyen rituales, ceremonias, oraciones, meditaciones y celebraciones. Estas prácticas no solo sirven para expresar las creencias, sino que también ayudan a fortalecer la comunidad religiosa y a proporcionar consuelo y orientación a sus miembros. Los lugares de culto, como iglesias, mezquitas, sinagogas y templos, son fundamentales para la práctica religiosa.
Los valores son los principios éticos y morales que derivan de las creencias religiosas. Estos valores guían la conducta de los individuos y las comunidades, y pueden incluir conceptos como la compasión, la justicia, el amor, la humildad y el perdón. Los textos sagrados y las enseñanzas de los líderes religiosos son fuentes importantes de valores.
Sin importar que sea el cristianismo, el islam, el judaísmo, el hinduismo, cualquier religión griega o romana antigua, religiones panteístas como la forma espiritual de los indígenas, el taoísmo o cualesquiera que sean todas tienen su impacto profundo en la historia y cultura humanas.
Las religiones han inspirado arte, literatura, música y arquitectura, y han influido en sistemas políticos y legales. Además, las religiones juegan un papel crucial en la cohesión social y en la formación de identidad.
Para muchas personas, la religión es una fuente de sentido, propósito y consuelo. Les proporciona una comunidad de apoyo y un marco para entender la vida y la muerte.
Las religiones pueden promover la paz y la justicia, pero también han sido fuentes de conflicto y división. El diálogo interreligioso y el respeto por la diversidad religiosa son esenciales para una convivencia armoniosa.
En resumen, la religión es una dimensión esencial de la vida humana, rica en diversidad y profundamente arraigada en la historia y la cultura. Su estudio y comprensión son fundamentales para apreciar su impacto y su relevancia en el mundo contemporáneo.
Víctor Martínez piensa que, las personas que dicen, creo en Dios a mi manera, no asumiendo responsabilidades éticas en su comportamiento y evadiendo responsabilidades ante la misión que Dios pone sobre sus hombros al traerlos al mundo, o quienes se atreven a expresar, no creo en Dios, son expresiones que provienen de personas que, por tenerle temor a Dios, prefieren evadir un encuentro personal con Él.
De todas maneras, les llegará la hora en la clamarán a Dios en el momento de su partida y tendrán que asumir las consecuencias de sus actos.
Gracias a la hermana Carolina Hernández por hacer posible que este mensaje llegue a todos ustedes.
Hasta la próxima



