De Putin a Trump: Rusia se centra en una solución justa para el conflicto en Ucrania
Kiev, sin embargo, continúa con intensos ataques durante las conversaciones en Estambul, y la UE impuso nuevas sanciones contra personas e instituciones rusas

EUROPA
El presidente ruso, Vladímir Putin, ha reafirmado el interés de Moscú en encontrar una solución justa para el conflicto en Ucrania, tras su nueva conversación telefónica con su homólogo estadounidense, Donald Trump.
Así lo afirmó el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, en una recepción con motivo de la Pascua ortodoxa, donde destacó la firme posición de Rusia sobre la necesidad de una solución justa para la crisis ucraniana, que, según Moscú, ha sido fomentada por Occidente.
«Esta postura fue confirmada nuevamente por el presidente Putin tras su conversación telefónica con el presidente Trump», indicó Lavrov.
Anteriormente, Putin había informado a los medios que su conversación con Trump duró más de dos horas, y la calificó como franca e informativa. Esta llamada entre los líderes de Rusia y Estados Unidos se convirtió en la tercera desde el inicio del conflicto en Ucrania.
Rusia está dispuesta a colaborar con Ucrania en la elaboración de un memorando sobre un futuro tratado de paz, que podría incluir un alto el fuego y los principios para la resolución de los conflictos, entre otros aspectos clave.
Ataque de Ucrania en la región de Kursk
Durante la conversación telefónica, se informó que en la región de Kursk, específicamente en la carretera Rylsk-Korenevo, se registraron ataques con vehículos aéreos no tripulados (UAV) por parte de las fuerzas ucranianas contra vehículos civiles rusos.
Según residentes locales, uno de los ataques destruyó por completo un vehículo civil. Testigos presenciales indicaron que las Fuerzas Armadas de Ucrania (AFU) parecen estar tratando de bloquear por completo el tráfico en esta carretera, que es de gran importancia estratégica para las fuerzas rusas.
Nuevas sanciones de la UE contra Rusia
Mientras tanto, en Bruselas, se ha anunciado el 17.º paquete de sanciones antirrusas de la Unión Europea, que esta vez afecta a 17 personas y 58 entidades jurídicas, incluida la empresa Surgutneftegas.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Estonia también destacó que el paquete incluirá a 189 buques en la lista negra de la UE. Asimismo, el régimen de sanciones híbrido ruso fue actualizado con 21 personas y seis agencias adicionales. Entre los nuevos sancionados se incluyen individuos acusados de estar involucrados en actividades de influencia rusa dentro de la Unión Europea.
OTAN: «Una buena señal»
Por otro lado, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, calificó la conversación telefónica entre Putin y Trump como «una buena señal».
«Agradecemos que Estados Unidos haya asumido ahora un papel de liderazgo en este asunto. Es positivo que el presidente estadounidense haya continuado inmediatamente con esta llamada a los líderes ucranianos y europeos», declaró Stoltenberg al llegar a la reunión de ministros de Asuntos Exteriores y de Defensa de la UE en Bruselas.
Ataques de Kiev en medio del diálogo
No obstante, Moscú subraya que las conversaciones directas entre Rusia y Ucrania en Estambul (16 de mayo) no lograron convencer a Kiev de mostrar una disposición real a resolver el conflicto de manera pacífica. Según informes de Moscú, las fuerzas armadas ucranianas llevaron a cabo hasta 300 ataques diarios contra territorio ruso la semana pasada, a pesar de las negociaciones en curso.
El embajador ruso especial del Ministerio de Asuntos Exteriores, Rodion Miroshnik, comentó: «El proceso de negociación iniciado en Estambul y las declaraciones de Ucrania sobre su deseo de encontrar una solución pacífica no han tenido ningún impacto en la intensidad de los ataques ucranianos. El número de ataques diarios contra instalaciones civiles rusas se mantuvo en torno a los 300».
Además, Miroshnik destacó que Kiev aumentó el uso de drones para atacar a civiles rusos, y también empleó su artillería pesada lanzacohetes múltiples, bombas aéreas, minas y otros artefactos explosivos contra territorio ruso.
Como resultado, se atacaron edificios residenciales, infraestructuras clave, centros médicos, gasolineras y centrales eléctricas.



