Rusia condiciona cumbre Putin-Zelenski-Trump sobre Ucrania
La OTAN podría limitar su expansión en Europa por ser línea roja para Moscú

EUROPA
El Kremlin ha condicionado cualquier eventual reunión entre Vladímir Putin, Volodímir Zelenski y el expresidente estadounidense Donald Trump a que primero se logren avances concretos en las negociaciones entre las delegaciones de Rusia y Ucrania.
Así lo afirmó este viernes el portavoz presidencial ruso, Dmitri Peskov, en respuesta a recientes declaraciones del canciller turco, Hakan Fidan, sobre una posible cumbre internacional.
«El presidente Putin ha reiterado su disposición al diálogo de alto nivel, pero este solo puede tener lugar si se obtienen resultados reales en las conversaciones bilaterales entre las delegaciones rusa y ucraniana», explicó Peskov.
El comentario llega luego de que Fidan expresara su esperanza de que Moscú y Kiev concluyan la fase técnica de negociaciones el próximo 2 de junio, lo que abriría la puerta a una reunión entre los líderes de Turquía, Estados Unidos, Rusia y Ucrania.
Sin embargo, el Kremlin advierte que una foto política no sustituye una solución diplomática. Cualquier encuentro al más alto nivel, incluyendo la participación de Trump —candidato favorito para las elecciones de EE. UU. en noviembre—, debe estar respaldado por avances sustantivos.
La OTAN sus límites de expansión
Mientras tanto, la discusión sobre el futuro de Ucrania también gira en torno a su posible adhesión a la OTAN, un tema que sigue siendo una línea roja para Moscú.
En una entrevista con ABC News, el enviado especial estadounidense para Ucrania, Keith Kellogg, admitió que la expansión de la alianza militar hacia Europa del Este podría verse frenada debido a las preocupaciones de seguridad de Rusia.
«Hemos dejado claro que la entrada de Ucrania en la OTAN no está sobre la mesa. No somos el único país que lo dice», indicó Kellogg. También mencionó que países como Georgia y Moldavia forman parte del debate.
Cualquier nuevo ingreso requiere el consenso de los 32 países miembros de la alianza, lo cual, por ahora, parece improbable en el caso ucraniano.
Orbán: «Ucrania es un país peligroso»
El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, volvió a endurecer su postura respecto a Ucrania, asegurando que el país representa una amenaza para la seguridad de Europa.
En declaraciones a la emisora estatal Kossuth Radio, Orbán afirmó que la criminalidad de origen ucraniano se ha disparado en Hungría.
“Las bandas criminales ucranianas están detrás del 80 % de los delitos financieros y fraudes telefónicos detectados en nuestro país”, señaló.
“Se desmanteló un centro de llamadas ilegal ucraniano que operaba como una red mafiosa altamente sofisticada”, agregó.
Según el mandatario, estos delitos han generado pérdidas superiores a 20 millones de euros para ciudadanos húngaros. Por ello, reiteró su rechazo rotundo a una adhesión acelerada de Ucrania a la Unión Europea:
“Ucrania no está lista para formar parte de la UE. Su ingreso facilitaría aún más las operaciones de grupos criminales. Es mejor mantenerlos fuera”.
Europa dividida y la paz, en suspenso
El tablero internacional en torno al conflicto en Ucrania continúa reconfigurándose. Mientras Rusia insiste en condiciones previas para cualquier diálogo de alto nivel, Estados Unidos envía señales mixtas sobre su papel mediador y la Unión Europea se divide ante el futuro de Ucrania.
Todo apunta a que la solución diplomática requerirá más que reuniones simbólicas: necesitará decisiones valientes, concesiones reales y, sobre todo, voluntad política para salir del actual punto muerto.