ACTUALIDADINTERNACIONALESNACIONALES

Israel intensifica el horror y mata de hambre a los niños palestinos

Cada día, 112 infantes son ingresados a hospitales de Gaza por desnutrición severa, denuncia la OMS

 

GINEBRA

Mientras algunos celebran las acciones militares de Israel como defensa legítima, la realidad en Gaza grita lo contrario, es una tragedia humanitaria sin precedentes, donde los niños palestinos pagan el precio más alto.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada día, al menos 112 niños palestinos son hospitalizados en Gaza por desnutrición severa, una cifra que revela el nivel de sufrimiento al que están siendo sometidos los más indefensos en medio del asedio israelí.

“El nivel de devastación ha superado incluso el umbral de catástrofe”, denunció el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, en un comunicado emitido desde Ginebra.

Afirmó que, debido al bloqueo casi total impuesto por Israel, la ayuda no puede llegar con regularidad, y el acceso de la OMS a Gaza ha sido “muy limitado” desde el 2 de marzo.

Actualmente, solo 17 de los 36 hospitales en Gaza están funcionando de forma parcial. En el norte de la Franja y en Rafah, al sur, no queda ni un solo hospital operativo.

Hambre como arma de guerra

Ghebreyesus también denunció que más de 500 personas fueron asesinadas mientras intentaban conseguir alimentos en puntos de distribución gestionados por Israel y Estados Unidos, no por Naciones Unidas.

“La situación es desesperada. Lo que se está viendo en Gaza no es solo una guerra; es el colapso total de la humanidad”, señaló.

La desnutrición infantil en Gaza no es consecuencia de una crisis natural, sino el resultado directo de un bloqueo sistemático y deliberado. Desde principios de año, el cerco israelí ha impedido el acceso regular de agua, alimentos, medicamentos y combustible a más de 2 millones de personas atrapadas en la Franja.

¿Y la conciencia mundial?

Hablar de «daños colaterales» ante niños muriendo de hambre, es no tener alma. La comunidad internacional no puede seguir ignorando que lo que ocurre en Gaza no es una operación militar limpia, sino una agresión sostenida que arrasa con la infraestructura civil y golpea directamente a la infancia.

Ni siquiera Jesucristo —a quien muchos en Occidente dicen seguir— respaldaría este nivel de crueldad. Callar ante el hambre como arma de guerra es ser cómplice.

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba