Video: Tu vida, al igual que la mía, puede dar grandes cambios
REFLEXIONES...

AYUDAME A SALVAR UNA VIDA
Hola, amigos, ¿qué tal? Merhaba arkadaslar, ¿nasilsiniz?
Decía mi madre que, cuando yo era niño hablaba mucho, preguntaba mucho y que no me callaba, esto a pesar de ser un niño muy introvertido y tímido; y aunque pensaba mucho y tenía una imaginación muy productiva, siempre vivía adelantado en el tiempo, otra frase que mi madre siempre me decía, incluso ya de adulto.
“Mi hijo, vive el presente, tú siempre vives pensando en lo que vas a hacer, soñando en lo que quieres y cuando lo alcanzas, ya estás pensando en el próximo paso, sin disfrutar lo que ya tienes”.
¡Cuánta razón tenía mi madre!, recuerdo que dentro de mis sueños estaba ser líder, poder hablar en público, influir sobre los demás, escribir libros, pero con mi personalidad tímida y retraída parecería imposible de alcanzar.
Tuve que acudir a Dios para replantearme seriamente qué haría con mi vida, pues, además era un estudiante muy desaplicado, no había cosa más aburrida que estar sentado en un pupitre escuchando cosas que ni sabía para qué me las enseñaban, ya que con tomar el libro y leerlo podría aprenderlo por sí solo y eso, que no existía el internet.
El profesor hablaba y ya mi mente estaba concluyendo su rollo, sin embargo, sacaba malas calificaciones pues nunca me gustaron los exámenes, ni mucho menos ocupar espacio en mi mente aprendiendo cosas de memoria, en vez de producir y generar ideas que podrían aportar más a la sociedad, no me gustaba el mundo competitivo, las comparaciones, ni mucho menos una serie de calificaciones que más subjetivas no podían ser. “Un número no puede decir lo que sé, ni mucho menos lo que voy a hacer en la vida”.
Pienso que éste fue el éxito de mi colegio con los miles de estudiantes que pasaban por mis manos, a quienes les regalaba puntos en los exámenes para que salieran de esto y se graduaran de bachiller, sin ellos saberlo, siempre los vi de manera personalizada, respetando sus limitaciones, traumas, comportamientos y valorándolos como persona, por encima de unas calificaciones.
Expresé “tuve que acudir a Dios”, porque el día de mi Confirmación, recibir por esa señal el Don del Espíritu Santo, tal como lo expresa el Sacramento, cambió mi vida, convirtiéndome del adolescente más tímido, temeroso, retraído e ignorado, al más popular, líder, querido y destacado en el colegio, en la parroquia, sector en el que vivía, pues el Espíritu Santo me transformó. Dios escuchó mis peticiones y de un día a otro como por arte de magia me convertí en otro Víctor Martínez.
Hoy, soy un gran amigo del Espíritu Santo, quien inspira mis mensajes cada mañana, quien guía mis pasos y me otorga los dones y carismas necesarios para cumplir con mi trabajo en esta Empresa de Dios 24/7.
Hoy, hermano que me escucha, deseo darte el testimonio de que para Dios nada es imposible, tu vida puede dar grandes cambios, pero tienes que perseverar en la oración, tener fe en Dios, en ti mismo, en la vida y claro, actuar conforme a lo que Dios manda.
Este mensaje ha llegado a todos ustedes gracias al apoyo recibido por nuestro hermano Rafael Guerrero.
Hasta la próxima.