Audio-Salmo 7: Apelación a la justicia divina
REFLEXIONES...

AYUDAME A SALVAR UNA VIDA
Hola, amigos, ¿qué tal? Merhaba, arkadaslar, ¿nasilsiniz?
El Salmo 7, es una súplica de David a Dios por protección y liberación contra sus perseguidores. El salmo expresa confianza en la justicia divina y la necesidad de refugio en Dios.
Se resalta la búsqueda de protección ante la amenaza de enemigos descritos como leones. El salmo refleja la angustia del salmista y su fe en la intervención de Dios.
En este Salmo, David vuelve a sufrir, pero esta vez no es por algo que él haya hecho mal. En este Salmo está siendo perseguido por la maldad de otros. Esta es una canción de meditación. David está reflexionando, examinándose a sí mismo, revisando las cosas de manera cuidadosa.
“Señor, mi Dios, en ti busco protección; ¡sálvame de todos los que me persiguen!
¡Líbrame, pues son como leones; no sea que me despedacen y no haya quien me salve!
Señor, mi Dios, ¿en cuál de estas cosas he incurrido? ¿Acaso he cometido un crimen? ¿Acaso he pagado a mi amigo mal por bien? ¿Acaso he oprimido sin razón a mi enemigo?
De ser así, que mi enemigo me persiga; que me alcance y me arrastre por el suelo,
y que haga rodar por el suelo mi honor.
¡Levántate, Señor, ¡con furor! ¡Haz frente a la furia de mis enemigos! Tú, que has decretado hacer justicia, ¡ponte de mi parte! Rodéate del conjunto de las naciones
y pon tu trono en lo alto, por encima de ellas.
Señor, tú juzgas a las naciones: júzgame conforme a mi honradez; júzgame conforme a mi inocencia.
Dios justo, que examinas los pensamientos y los sentimientos más profundos, ¡pon fin a la maldad de los malvados, pero al hombre honrado mantenlo firme!
Mi protección es el Dios altísimo, que salva a los de corazón sincero. Dios es un juez justo
que condena la maldad en todo tiempo.
Si el hombre no se vuelve a Dios, Dios afilará su espada; ya tiene su arco tenso, ya apunta sus flechas encendidas, ¡ya tiene listas sus armas mortales!
Miren al malvado: tiene dolores de parto, está preñado de maldad y dará a luz mentira.
Ha hecho una fosa muy honda, y en su propia fosa caerá. ¡Su maldad y su violencia
caerán sobre su propia cabeza!
Alabaré al Señor porque él es justo; cantaré himnos al nombre del Señor, al nombre del Altísimo.”
Víctor Martinez piensa que, en el Salmo 7 empezamos a ver a Jesús como el único que confirma nuestra inocencia y juzga las falsas afirmaciones hechas contra nosotros en la cruz.
Oremos: Padre amado no permitas que guarde en mi corazón rencor hacia quienes me quieran hacer daño, ocúpate tú de poner las cosas en su justo lugar y libérame de cualquier sentimiento de venganza. Amén.
Gracias a nuestro exalumno muy agradecido por hacer posible que esta reflexión de los lunes acerca de los salmos, llegue hasta todos nosotros.
Hasta la próxima.