El pecado capital del CDP: Ser comité de base del partido en el poder

Por Augusto Álvarez
Los dirigentes del Colegio Dominicano de Periodistas (CDP) deben entender a quiénes deben servir.
A pesar de sus limitaciones personales, deben tener claro que la membresía está primero, no sus intereses particulares.
Gestionar una pensión para un periodista a cambio de lealtad política es corrupción. Lo mismo ocurre cuando se cabildea publicidad para un programa que se transmite en el canal de la Mona, y más aún, cuando se hace «por debajo de la mesa».
Periodistas en condiciones de extrema necesidad, deambulan humillados, arrastrándose ante dirigentes que los ignoran, tocando puertas desesperadamente en busca de asistencia médica, apoyo o simplemente respeto.
La misión de un gremio debe ser proteger su unidad, dignificar la profesión y garantizar que los beneficios del Colegio alcancen a todos sus miembros, no solo a los cercanos al poder.
Un ejemplo digno de resaltar es el del doctor Waldo Ariel Suero, líder del Colegio Médico Dominicano (CMD), quien jamás se ha arrodillado ante el poder. Sus colegas lo eligen por convicción, sin necesidad de pensiones, ni publicidad alegre, ni nombramientos estatales.
¿Puede el CDP decir lo mismo?



