Haití: ¿Quién financió la ejecución de Jovenel Moïse?

Por Augusto Álvarez
Al cumplirse cuatro años del magnicidio del presidente haitiano Jovenel Moïse, la gran pregunta sigue sin respuesta: ¿quiénes financiaron a los sicarios?
Tras su asesinato, el 7 de julio de 2021, Haití quedó sumido en un caos aún más profundo, y hoy más del 85 % de la capital está controlada por bandas armadas. ¿Fue esa violencia planificada o solo una consecuencia del crimen?
La esposa del mandatario sobrevivió al ataque. ¿Recibió la protección debida? ¿Fue interrogada por expertos internacionales? ¿Qué dijeron los miembros del equipo de seguridad que estaban esa noche con el presidente?
Cuesta creer que los mercenarios hayan tenido tanta libertad: se movieron por República Dominicana, alquilaron locales para almacenar armas y equipos especiales, y nadie los detuvo. ¿Quién los encubrió? ¿Cómo es posible que, cuatro años después, aún no se conozca a los verdaderos patrocinadores del magnicidio?
Cada paso de Moïse parecía estar al alcance de sus verdugos. ¿Quién filtraba esa información? ¿Dónde están hoy los detenidos? ¿Bajo custodia de agentes haitianos, kenianos o simplemente se esfumaron en algún “apagón” institucional?
Este magnicidio —con exmilitares colombianos, alquileres en territorio dominicano y tráfico de armas hacia la residencia presidencial— no parece obra de simples delincuentes. ¿Es posible algo así sin el respaldo o la omisión de servicios de inteligencia internacionales?
Mientras tanto, la violencia de las bandas sigue creciendo y amenaza con llegar a la misma mansión presidencial. ¿La salida a la crisis será interna o deberá venir desde fuera?



