Miches en zozobra por apagones; comerciantes desesperados y ciudadanos al borde del colapso

Por Ysidro Hidalgo

MICHES, R.D.

Uno de los municipios con mayor proyección turística de la República Dominicana está sumido en la desesperación por los constantes y prolongados apagones que afectan su cotidianidad y su economía.

Ubicado a orillas del Océano Atlántico, Miches —en la provincia El Seibo— atraviesa una crisis energética que ha encendido las alarmas de comerciantes, pequeños empresarios y residentes, quienes ya no saben a quién recurrir para que el gobierno de Luis Abinader y la empresa estatal Edeeste resuelvan, de una vez por todas, el problema.

En 2020, al inicio de la actual administración, Miches gozaba del llamado “Circuito 24 Horas”, con suministro eléctrico permanente.

Sin embargo, lejos de mejorar, el servicio ha empeorado gravemente. Hoy, los apagones pueden superar las 20 horas diarias, lo que ha sumido al municipio en un retroceso sin precedentes.

El impacto económico ha sido devastador. Supermercados, farmacias, colmados, laboratorios, clínicas privadas, salones de belleza y pequeños negocios enfrentan grandes pérdidas por la falta de electricidad.

Todo esto ocurre en una localidad donde los servicios de salud pública ya son sumamente precarios.

“El cambio que prometieron nos trajo oscuridad”, lamentan comerciantes, que aseguran estar operando al borde del colapso.

Lo más indignante para los habitantes de Miches es que, a pesar de los constantes apagones, Edeeste ha aumentado la tarifa eléctrica, con facturas que cada mes llegan más caras, aun cuando el servicio es cada vez más deficiente.

“La luz se va todos los días, a cada rato y por muchas horas. Esto ya es insostenible”, afirman residentes que, entre la impotencia y la frustración, advierten que muchos están considerando “coger la yola y dejarle el país al presidente Abinader y sus popis”, como dicen en tono sarcástico.

La situación energética de Miches no solo afecta su presente, sino que amenaza su futuro como destino turístico en crecimiento.

La comunidad exige respuestas urgentes, porque ya no resiste más oscuridad, ni literal ni institucional.

Además del caos económico y el malestar social, los apagones también han afectado el servicio de comunicación telefónica y el acceso a internet.

En muchos sectores de Miches, cuando se va la luz, las antenas de las compañías telefónicas dejan de funcionar, dejando a los ciudadanos incomunicados, sin señal y sin acceso a redes.

“Aquí, si no hay energía, no hay internet. Literalmente quedamos aislados del mundo”, dicen moradores indignados.