¡Que la DNCD se meta! Microtráfico controla los alrededores del barrio de la PN
En pleno corazón de ese sector, los delincuentes mandan, los tiroteos se normalizan y los uniformes aparecen en venta. ¿Y la autoridad? Que investiguen

Buenos días…
La DNCD debe intervenir de inmediato más de 20 puntos de venta y distribución de drogas en los alrededores de la marginal de Las Américas, en Santo Domingo Este, justo al lado del famoso barrio de la Policía Nacional. Sí, ¡el mismo lugar donde supuestamente debería respirarse orden!
En esa zona operan sin freno “El Mello” y “Pirindín”, dos peces gordos del microtráfico local que hasta cuentan con una red de mototaxis que les sirven de delivery. Pero lo más grave no es su poder… es quién los protege.
Según denuncias de residentes, estos capos gozan de impunidad bajo la sombra de la propia Policía Nacional, con uniformados que —según se dice— no solo los ignoran, sino que los cuidan y les guardan el «material». ¿Hasta dónde llega la podredumbre?
Por si fuera poco, dentro del barrio policial, la institución tiene un depósito inconcluso, y afuera, una colección de furgones cargados de mercancías policiales. Hay una denuncia, que corre como pólvora, que desde allí están saliendo uniformes para ser revendidos en un negocio privado en Santo Domingo Norte. Todo indica que sí. Y si eso es cierto, es un escándalo que merece una auditoría YA.
Y mientras tanto, el barrio parece zona de guerra. Un reciente tiroteo entre bandas de microtraficantes —justo al lado de una escuela pública— terminó con un muerto armado con una pistola marca Gross y una escopeta recortada calibre 12. ¿Y las autoridades? Silencio total. Ni un boletín, ni una rueda de prensa. Nada. ¡Vergüenza nacional! Y esta versión la ofreció uno de los protagonistas del enfrentamiento.
Para colmo, ni siquiera los del propio cuartel policial se sienten seguros. Una puerta de acceso al barrio permanece cerrada por miedo, a escasos metros del destacamento. Esto pinta mal, muy mal.

Y ya que la cúpula policial parece mirar hacia otro lado, sería bueno que la ministra Faride Raful ponga orden y mande a investigar a todo el destacamento, como exigen comunitarios y hasta un microtraficante “rebelde”. Si en ese destacamento se guarda droga, se protege delincuentes y se trafica con bienes del Estado, el presidente Abinader debe actuar con firmeza.
Jardín Botánico: El pueblo dijo no. Cada día crece el rechazo a cualquier intento de sacrificarlo para proyectos urbanos. Al parecer, el Gobierno ya va bajando el tono, obligado por la presión popular. ¡Ese pulmón verde no se negocia!
Milton Morrison en la mira. Desde la Procuraduría nos chismean que el expediente contra el “niño lindo” del Gobierno ya tiene luz verde. Si cae Milton Morrison, se tambalea el proyecto «País Seguro» y queda en entredicho la gestión del INTRANT.
Ojo en la frontera. Fuentes cercanas a los “gringos” en la avenida República de Colombia aseguran que EE.UU. vigila con lupa el tráfico de armas y personas por la frontera domínico-haitiana. Hay un negocio redondo de allá pa’cá y de aquí pa’llá, y parece que ya no lo van a dejar pasar.
Monte Plata, atención. Vamos pronto por los predios de Gonzalo, donde un alto oficial de la Policía planea levantar un parador y una estación de combustible. ¿Con qué fondos? Pronto sabremos más…
Combustible policial: auditoría ya. El presidente Abinader debería ordenar una auditoría completa sobre el combustible que recibe la Policía Nacional. Muchos dicen que allí hay un negocio «bien aceitado» que perjudica al propio cuerpo del orden. Solo la verdad pondrá orden.
¡Cógelo, Picante!, informa. Al que le pique, que se rasque. No estamos para complacer, estamos para decir las cosas como son.



