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La matanza de La Barranquita salpica de sangre al PRM y destapa la cloaca policial

¡Cógelo, Picante! Faride pide denuncias y habla de “transparencia”, pero las redes sociales están llenas de pruebas de abusos policiales. La gente reclama acciones, no discursos.

 

Buenos días…

¡Cógelo, Picante!La ciudadanía espera con ansiedad los resultados de la “investigación” sobre la matanza de La Barranquita, en Santiago, que tiñó de sangre al gobierno del PRM-Luis Abinader y que mantiene indignada a la población dominicana.

La gente dice que para que unos se salven, tienen que joderse otros… Esa matanza paralizó —momentáneamente— el festival de ejecuciones extrajudiciales de la uniformada.

La ministra de Interior y Policía, Faride Raful, llamó a los ciudadanos a denunciar a policías que violen la ley o no cumplan con su deber. Eso está muy bien. Una acción positiva.

La “faraona” además se comprometió a investigar de inmediato las denuncias con pruebas, resaltando su “compromiso” con la “transparencia”, la “justicia” y la “protección” de los derechos ciudadanos. Soñar no cuesta nada. Parece como que vivimos en un mundo cargado de fantasía, donde se habla mucho y se hace poco. Pero los medios lo aguantan todo.

En medio de las constantes denuncias de atropellos policiales, la ministra dijo que “pueden acercarse con pruebas para iniciar de inmediato una investigación”.

Pero la realidad es otra: ni ella ni su ministerio tienen la capacidad real para investigar a fondo los abusos policiales. Basta con echar un vistazo a las redes sociales para ver solo una fracción de las atrocidades que cometen policías —incluidos oficiales— en las calles.

Si de verdad quiere transparencia, ministra, empiece por investigar lo que todo el mundo comenta y pocos se atreven a decir en voz alta:

  • Los manejos turbios de combustibles en la Policía.
  • El cobro de “peajes” por traslados y asignaciones.
  • Los incentivos a oficiales designados como “directores” sin serlo, solo para engordar pensiones.
  • El origen del dinero de las enormes construcciones de algunos altos oficiales, incluido el director general, levantadas en tiempo récord.

Pero, además, ministra, hay casos que ocurren a lo largo y ancho del país, a todas horas del día y de la noche, que no se investigan. Son escenas en plena vía pública que ya se han vuelto costumbre… pero siguen siendo una flagrante violación a la ley y un abuso policial descarado:

  • Los abusos sistemáticos de agentes de la DIGESETT contra choferes y motociclistas.
  • La ocupación de motocicletas por parte de uniformados, a pesar de presentar todos sus documentos en regla, como manda la ley.

Y, por último, explique por qué siguen floreciendo los puntos de drogas en los barrios sin que nadie los toque.

Ministra, deje de hablar de transparencia y actúe. Hablar bonito está muy bien… pero estafar con cuentos baratos a la ciudadanía ya no tiene perdón.

Investigue la detención de haitianos —ilegales o no— y su puesta en libertad tras pagar “multas” directamente a los propios policías. En algunas ocasiones, esos haitianos son despojados de todo lo que llevan encima, de prendas y dinero… Y eso, en buen dominicano, es un atraco.

Investigue y anuncie públicamente los resultados y las decisiones tomadas. No más cuentos. Hablar bonito está bien, ministra, pero del dicho al hecho hay un mundo de distancia.

Faride, no pida a la ciudadanía que haga denuncias, únicamente dese una vueltecita por las redes sociales. Pero cuidado, no se vaya a caer de espaldas.

Por ejemplo:

https://x.com/i/status/1970514911601057966

Por cierto, ministra: la segunda planta de su Ministerio, allá en el Huáscar, parece un mercado público.

Ah, recuerde: una vieja que venía y otra que iba caminando, y una le dijo a la otra: “es mejor estar callada que hablando”.

Habitantes del sector Nuevo Amanecer, en Santo Domingo Este —allí donde está ubicado el barrio de la Policía Nacional— se quejan de los puntos de drogas que existen en la zona y reiteran sus denuncias de que miembros de la uniformada, incluyendo oficiales, protegen a ciertos microtraficantes.

¡Atención, procuradora Yeni Berenice Reynoso! Comunitarios de Nuevo Amanecer y zonas aledañas reclaman que se investigue la balacera ocurrida la madrugada del pasado viernes, 19 de septiembre, donde un individuo, señalado como microtraficante, fue cosido a balazos.

Pero eso no fue lo más grave… sino que los pistoleros-microtraficantes, unos tales Adonis Bello Pérez y Selín Vicente Montero, eran —o son— protegidos por oficiales policiales en el destacamento del barrio de la PN, y que incluso allí, supuestamente, hasta las armas les guardaban. Y eso, de ser cierto, tiene que tener consecuencias, porque hasta ahí no puede llegar la famosa “reforma policial”.

Estamos observando el anteproyecto de ley orgánica de la Policía Nacional… que no sabemos para qué, porque la ley policial, la 590-16, primero fue pisoteada por Danilo Medina, que fue su propulsor, y posteriormente por Luis Abinader.

Con la nueva ley policial, de ser aprobada, se jodieron los policías y otros profesionales, puesto que no podrán ejercer su profesión ni hacer negocios con el Estado o donde haya conflicto de intereses.

Ah, y nos dice un experto en Derecho, que con esa ley, de ser aprobada, se está creando una DIGESETT paralela, aunque deben esperar derogar la L 63-17. ¡Ave María Santísima!

Anoche, el personal de la DIGESETT, aún espera por cobrar.

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