Con misiles de largo alcance, los Dodgers paralizan a Toronto

LOS ÁNGELES.

El béisbol se rindió ante un fenómeno llamado Shohei Ohtani. El astro japonés volvió a desafiar los límites de lo humano, conectando dos cuadrangulares monumentales y escribiendo una de las páginas más brutales en la historia de la Serie Mundial, mientras los Dodgers de Los Ángeles dejaron tendidos a los Blue Jays de Toronto, con marcador de 6-5, en 18 intensas entradas que parecieron una guerra de resistencia.

Fue un juego épico, de seis horas y media, en el que los Dodgers igualaron el récord del partido más largo en la historia del Clásico de Otoño, curiosamente también en el Dodger Stadium (2018). Con este triunfo, los angelinos se adelantan 2-1 en la batalla por el título de las Grandes Ligas 2025.

Ohtani, en modo de videojuego, se fue de 4-4 con dos jonrones, cinco boletos (cuatro intencionales) y tres impulsadas, alcanzando una perfección estadística casi inverosímil. Su segundo cuadrangular, ante el dominicano Seranthony Domínguez, igualó el choque 5-5 y encendió el estadio.

El golpe final lo dio Freddie Freeman, héroe silencioso hasta entonces, quien reventó la pelota en la entrada 18 ante Brendon Little para decretar el fin del suplicio y liberar el rugido de 50 mil gargantas angelinas. Su batazo fue una descarga de alivio y poder: el misil que selló una noche de locura.

Antes de la tormenta, el dominicano Teóscar Hernández había abierto el marcador con un cañonazo ante Max Scherzer, pero la respuesta de Los Ángeles fue inmediata. Ohtani destrozó una recta del veterano en la tercera entrada para igualar las acciones.

Toronto, sin embargo, golpeó con furia en el cuarto capítulo: un jonrón de tres carreras del mexicano Alejandro Kirk y un elevado de sacrificio de Andrés Giménez voltearon la pizarra 4-2. Pero los Dodgers, tercos y orgullosos, igualaron gracias a los maderos de Kiké Hernández, Ohtani y Freeman.

En la séptima, Bo Bichette impulsó a Vladimir Guerrero Jr. para poner adelante a Toronto 5-4, aunque poco duró la alegría canadiense: Ohtani volvió a aparecer, como un samurái del siglo XXI, para empatar y dejar todo servido para el clímax en el inning 18.

El triunfo fue para Will Klein (1-0), quien tiró cuatro entradas en blanco con cinco ponches. La derrota, amarga, fue para Little (0-1). Glasnow (Dodgers) y Scherzer (Blue Jays) se fueron sin decisión tras batallas de desgaste.

El cuarto juego se disputará este martes en el Dodger Stadium, con Ohtani convertido ya en mito viviente.

Ohtani, el huracán japonés que reescribió la historia

Shohei Ohtani no solo ganó un juego: se apoderó de la Serie Mundial.

Con sus dos vuelacercas, alcanzó los ocho jonrones en postemporada, igualando el récord de Corey Seager (2020) para un jugador de los Dodgers. Además, es el único primer bate en la historia de MLB con esa cifra en playoffs, superando a Schwarber (2022), Springer (2017) y Dykstra (1996).

La lista de hazañas sigue:

• Seis juegos consecutivos con hit, la mejor racha de un primer bate de los Dodgers desde Carl Crawford (2013).

• Primer jugador en la historia con tres juegos de múltiples jonrones en una misma postemporada.
• Doce bases totales en un solo encuentro de Serie Mundial, algo solo visto en leyendas como Albert Pujols.

• Diez apariciones consecutivas embasándose, nuevo récord absoluto, superando a David Ortiz y Billy Hatcher.

• Cinco boletos en un solo juego, cuatro de ellos intencionales: ningún jugador había recibido semejante respeto (o miedo) en un partido de Serie Mundial.iete extrabases consecutivos en el Dodger Stadium, algo jamás visto en la era moderna.

El universo de MLB se quedó sin adjetivos. Ohtani no solo juega béisbol. Lo redefine.

Por Toronto, el dominicano Guerrero se fue de 7-2, con dos anotadas.

Por los Ángeles, Teoscar Hernández de 4-1, un jonrón.