Video: Lo dijimos y se confirma… es un payaso con charreteras
Los autores intelectuales de la matanza de La Barranquita siguen intocables. No están todos los que son; faltan los grandes.

Buenos días…
El jueves escribimos que el director de la Policía en Santiago era un payaso por atreverse a decir que la institución era “protectora de derechos”. Y no nos equivocamos: segundos después, el general Reynoso Jiménez explotó.
Y lo decíamos porque ese oficial general es uno de los responsables de la matanza de La Barranquita, donde cinco jóvenes fueron ejecutados por la Policía Nacional, bañando de sangre, no sólo a esa institución, sino también al gobierno del PRM y —sí, suena increíble— al mismísimo presidente Abinader. El era y aún es, el jefe de la Policía en Santiago, y por tanto, es responsable directo de la actuación policial.
¿Qué pasó? Nada más y nada menos que cuando el general iba a subir a su vehículo, un ciudadano lo saludó, y él hizo explosión, lo llamó “baboso”, recordándole que vive hablando “vainas”. Ese es el supuesto “protector de derechos”. ¡Un payaso con charreteras!
Video: https://youtu.be/zjlDkN2y0Sc
Los informes que nos llegan de Santiago y de todo el Cibao son claros: la investigación del Ministerio Público está coja. Se nota la protección a los autores intelectuales del quíntuple asesinato. Y así luce. Esa pesquisa huele feo.
No es verdad que un operativo como el de La Barranquita fue decidido por dos mayores. Ese cuento no se lo traga ni un niño. Hasta los chinos de Bonao saben que esa fue una orden de grandes ligas, y si la investigación fuera seria ya tendríamos responsables identificados, como en el histórico caso La Mulata II, donde, incluso, hasta generales fueron señalados.
Y ojo: esa investigación de La Mulata no la hizo el Ministerio Público. La hizo el entonces inspector general de la Policía, Frener Bello Arias, que se fajó, puso nombres y recomendó sanciones hasta para generales. Por eso no lo dejaron llegar a jefe de la Policía. Nos cuentan que hubo un grupo de oficiales que fue donde Danilo Medina, que era el presidente. a decirle que Frener era “una amenaza”. Sí, eso era verdad, pero no para la institución, sino para los ladrones y corruptos.
Hoy, la Policía está en su peor momento histórico: desprestigiada, podrida, llena de escándalos de corrupción.
Caso fresco: el jueves, una joven fue detenida en su trabajo por comprar un celular que resultó robado. Lo entregó sin resistencia, pero igual fue esposada y llevada a un destacamento. Allí, la presionaron, amenazaron y le pidieron 117 mil pesos para soltarla. Entre llantos y desesperación, terminaron recogiendo 30 mil para que la dejaran ir, con la promesa de volver a buscar 20 mil más este sábado. Así opera la “protección de derechos”. ¿Y eso lo establece la reforma? Tenemos los detalles de la operación desde que inició hasta que concluyó. Y otras más.
Y lo más grave: no hay a quién acudir. A la derecha, corrupción. A la izquierda, escándalos. De frente, abusos, macanazos, gas pimienta y choques eléctricos.
Mientras tanto, el presidente Abinader hace como que no ve, y la ministra sigue vendiendo el país como un paraíso de seguridad. Pero aquí lo que hay es asalto, robo, microtráfico y violencia.
Por eso hay que decirlo, Frener Bello Arias merece un piropo. No por “bello”, sino porque en la Digesett limpió la casa, metió en cintura a motoristas en túneles y elevados, y aplicó la ley sin mirar rangos ni apellidos. Pero hoy, hasta él parece haberse olvidado de lo que hizo.
Y mientras tanto, vemos generales reciclados en puestos, un tránsito vuelto un desastre y otros uniformados que ahora se lanzan a la política, vendiendo “excelencias” que no existen. Como el exjefe del COE, que en Baní abandonó la búsqueda de una adolescente, dejándola a su suerte. La salvaron los ciudadanos, no él ni sus hombres. Eso no fue excelencia: eso fue una barbaridad.