Israel, ¿un Estado democrático? Venezuela, ¿una dictadura?
Paradógicamente, a muchos le gustarían leer la información de que en la Venezuela de Nicolás Maduro, miles de niños, niñas, pacientes en hospitales y estudiantes han perdido la vida por la crisis, mientras los envejecientes claman por alimentos en medio de la miseria.
Sin embargo, se quedará esperando, porque eso es algo dificil, ya que el régimen de Maduro ha hecho sus mayores inversiones en las clases pobre y media.
Mientras tanto, la administración de Benjamin Netanyahu insiste en presentarse como baluarte de la “democracia” en Medio Oriente. Esto, sin lugar a dudas, constituye una ironía, una historieta, que jamás se produciría.
La realidad es otra, pues en la Franja de Gaza ya se contabilizan más de 1,885 muertos y cerca de 15 mil heridos en apenas una semana de bombardeos.
La masacre continúa, y las llamadas “tierras santas” parecen más bien un infierno terrenal. Aun así, resulta casi imposible que las naciones bajo la sombrilla de Washington condenen los crímenes cometidos por el Estado judío.
Lo paradójico: en una semana cualquiera, Israel ejecuta más personas que en los últimos cuatro años de gobierno de Maduro. ¿Quéeee?
Difícil, muy difícil entender a las llamadas “naciones independientes” que se apresuran a validar a unos y condenar a otros, según convenga a sus intereses.
Al final, los pueblos —y no los gobiernos— serán quienes descubran quién es quién.
