¿En manos de quién está la seguridad de la presidenta de México?

Por Augusto Álvarez
Resulta imposible comprender cómo un individuo pudo tocar el cuerpo —incluidas zonas íntimas— de la presidenta de México, según sus propias declaraciones.
En un video ampliamente difundido se observa al sujeto acercarse de forma indebida y tocar el busto de la mandataria Claudia Sheinbaum. La pregunta es inevitable: ¿dónde estaba su equipo de seguridad?
El rigor y la reacción inmediata que se espera de quienes custodian a un jefe de Estado brillaron por su ausencia en el momento crítico. Aunque la presidenta prefiera minimizar el hecho, todos sabemos que en un país donde la delincuencia política campea, ha tenido suerte de poder contarlo.
¿Qué explicación ofrecerán los responsables de su seguridad que encaje dentro de la lógica real?
El individuo logró acercarse, tocarla, pegarse por la espalda… y no pasó nada. ¡Nada!
Ese equipo encargado de garantizar la integridad física de la máxima autoridad del país merece una revisión profunda.
¿Saben los mexicanos que, por un descuido histórico, su presidenta quedó al resguardo de un “chepazo” convertido en guarura?



