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El hijo varón que me faltaba

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Mensaje 4190

 

 AYUDAME A SALVAR UNA VIDA  

 

 

Hola, amigos, ¿qué tal? Merhaba, arkadaslar, ¿nasilsiniz?

Hacía mucho que no leías mis mensajes, pero como la curiosidad mató al gato y el morbo alimenta al pueblo, te apresuraste a descubrir si Víctor Martinez tenía un turquito escondido bajo la manga.

Pues sí, son septillizos, ya llegó el primero: “Soltar con Amor”, jamás imaginé que escribir un libro y verlo ya impreso, podía ser de tanta emoción, alegría y satisfacción, para un escritor. Es como si viviéramos el nacimiento de un nuevo hijo.

Di tantas gracias a Dios, por haberme enviado en los años 90 a Monseñor Juan Félix Pepén, quien luego de escuchar una de mis prédicas me llamó diciéndome que ya era hora de empezar a escribir un libro con mis prédicas, dejó la primera semilla sembrada, le agradecí, pero en aquel entonces no estaba listo, las condiciones requeridas según mi investidura para realizar una obra como esa, no estaban dadas, tenía todavía que vivir un largo proceso de purificación, maduración, crecimiento, transformación, desprendimiento y apertura a la presencia viva del Espíritu Santo en mí, me faltaba mucho.

Luego recuerdo cómo ya en el nuevo milenio, 2015, María Cristina Farías en más de una ocasión trataba de motivarme, me llamaba, me aconsejaba, me ofrecía su apoyo para que escribiera, pero no me sentía capaz, yo era un hombre con mucho amor y entrega hacia todos, pero parecía un pedazo de metal ruidoso; ¡como una campana desafinada!, tal como lo dice 1 Corintios 13, y aún no estaba preparado para que las notas musicales del Espíritu Santo sintonizaran una bella melodía digna de mi Dios, a través de los instrumentos necesarios para Glorificarlo: mis manos, mi mente y mi corazón.

Lo intenté varias veces, pero no era posible, me había dado el don de la palabra y andaba tras los altares de diversas iglesias, predicando, en retiros espirituales, tocando corazones, ayudándolo en la conversión de sus hijos amados, pero mi hora de escribir no había llegado, pues todo al tiempo de Dios.

Hasta que un día empecé con los Mensajes de Amor inspirados por el Espíritu Santo y poco a poco durante 10 años fui entrenándome en el don de la escritura y estrechando más mis relaciones con Dios, a través de su Santo Espíritu, pero faltaba algo.

Hasta que encontré el lugar apropiado y el momento adecuado, al llegar a estas tierras de Turquía y verme inmerso en las profundidades de su historia, cultura y religión, descubriendo que Dios sí estaba en todas partes,  impregnado por las fuerzas y energías que dieron origen cientos de años atrás al cristianismo y que aún se conserva tímidamente en las páginas de sus libros sagrados, en la santidad de sus mezquitas, en sus lugares históricos, y en el aire que se respira, donde permanecen el sonido de los canticos y llamados a la oración que cinco veces al día inundan por los altoparlantes las tierras de Turquía.

Todo esto además de sus bellos paisajes, el frio y las nevadas de Ankara, lugar donde resido, la educación, cortesía y acogida de su gente, han creado las condiciones para sentirme inspirado y con el tiempo necesario para trabajar en la Empresa de Dios 24/7.

Aquí estoy en medio del silencio y la paz que tanto necesitaba, en recogimiento total, orando como nunca, por ustedes, escribiendo, para llevar la Palabra de Dios por el mundo entero, escuchando a todo el que me llama, brindándoles mi apoyo y transitando por los caminos de Dios.

Hasta la próxima.

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