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Testimonio de las Siervas de Maria

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Mensaje 4221

 

  AYUDAME A SALVAR UNA VIDA  

Hola, amigos, ¿qué tal? Merhaba, arkadaslar, ¿nasilsiniz?

Testimonio de las Siervas de MariaHan pasado ya muchos años y supongo que algunos de ustedes lo recuerdan, cuando veíamos a aquellas nobles y santas mujeres vestidas de blanco peinando las calles de Naco, Piantini, Evaristo Morales, y no sé cuántos sectores más, de Dominicana, para tocar las puertas de quienes se habían comprometido a hacer un pequeño aporte de menos de RD$100.00 todos los meses.

Ellas, las Siervas de María, no descansan, de día caminaban y caminaban buscando el sustento, atendían el dispensario médico para los necesitados, se dedicaban a sus oraciones diarias y de noche cuidaban enfermos, velando el sueño, la salud y el descanso de ellos. Labor que aún están realizando.

Siempre he sido un gran admirador, seguidor, amigo, colaborador y celebrante en su comunidad.

Una vez le preguntaba a una de ellas acerca de su experiencia tocando puertas y recolectando aquellas cuotas que, frente a la labor que realizaban con nuestros enfermos eran tan irrisorias, ella me contestó, “lo importante es recordarles todos los meses a nuestros contribuyentes que aquí estamos para servirles, cada cual que aporte según su conciencia, nosotras les llevamos una pizca de paz y de amor a cada hogar que nos abre las puertas”.

Entregarse a cuidar toda la noche a un enfermo en su lecho de muerte, para que los familiares descansen, no tiene precio, acompañado además de las oraciones y las bendiciones que a través de las manos de una Sierva se reciben es algo fuera de serie.

Así son las cosas de Dios, y pensar que son pocos los que la valoran, cuando damos para las obras de Dios, se recibe paz, amor, sanación, fortaleza espiritual, consejos divinos, señales de amor…

Hoy las recuerdo con mucho cariño, y doy el testimonio de que cada vez que le digo a un Miembro de nuestra Comunidad de Amor rezagado, que no descuide sus aportes, les recuerdo que, aunque sea mínima la ayuda, todos los meses, ustedes están apoyando la tarea de llevar la Palabra de Dios por el mundo entero, a veces me siento ser como las Siervas de María, pero de lo que sí estoy seguro es de que soy un Indigno Siervo del Señor.

Y es cierto, cada cual que aporte según su conciencia, lo he dicho, no es a Víctor Martinez, es al Padre que usted está apoyando, quien me utiliza para realizar su labor.

Dios continúe bendiciendo e inspirando, a las Siervas de María, sosteniendo su labor en favor de los enfermos y llenando sus corazones de amor.

Si este mensaje te ha gustado o ha tocado tu corazón no dejes de hacernos tu aporte para sostener nuestra misión de llevar la Palabra de Dios por el mundo entero.

Este mensaje ha llegado a todos ustedes gracias al apoyo recibido por nuestra hermana Cristina Herrera.

Hasta la próxima.

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