REFLEXIONES: Tenemos que levantarnos
AYUDAME A SALVAR UNA VIDA
Hola amigos, ¿qué tal? La lectura del santo Evangelio según san Lucas, de hoy, nos dice que:
“En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Habrá signos en el sol y la luna y las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, perplejas por el estruendo del mar y el oleaje, desfalleciendo los hombres por el miedo y la ansiedad ante lo que se le viene encima al mundo, pues las potencias del cielo serán sacudidas.
Entonces verán al Hijo del hombre venir en una nube, con gran poder y gloria.
Cuando empiece a suceder esto, levántense, alcen la cabeza; se acerca su liberación.
Tengan cuidado de ustedes, no sea que se emboten sus corazones con juergas, borracheras y las inquietudes de la vida, y se les eche encima de repente aquel día; porque caerá como un lazo sobre todos los habitantes de la tierra.
Esten, pues, despiertos en todo tiempo, pidiendo que puedan escapar de todo lo que está por suceder y manténganse en pie ante el Hijo del hombre». Palabra del Señor”.
Nos dice la Palabra de Dios, esto para los creyentes, que habrá signos en el firmamento, sol, luna, estrellas; angustia, ansiedad, estrés, miedo por todo lo que se nos vendrá encima. Nos recomienda entonces que cuando empiece a suceder todo esto nos levantemos, alcemos la cabeza en busca del Padre, del único que nos puede liberar, que estemos despiertos y en pie frente al Hijo del Padre.
Nos manda a tener cuidado con el estilo de vida que estemos llevando, exhortándonos a evitar las borracheras y las malas acciones, para que podamos escapar de todo lo que nos viene.
Por último, nos anuncia que veremos llegar al Hijo del Hombre lleno de gloria y poder.
Cuantas verdades en este evangelio, miles ya les ha tocado ver llegar al Hijo del Hombre en estos dos años, y pensar que el próximo puede ser tú o yo, ojalá no te tome de sorpresa y esté preparado.
Víctor Martínez sabe que muchos se burlan de todas estas verdades, la ignorancia, la incredulidad, la falta de fe, el negar a Dios, el no querer renunciar al pecado y no cumplir con sus preceptos y mandatos, para vivir a su manera, son razones más que suficientes para entender que son muchos a quienes les dará trabajo ver el Reino de los Cielos.
No permitas Señor, que sea yo uno de ellos, dame sabiduría, humildad y valor para reconocerme pecador y acercarme a ti en busca del perdón.
Hasta la próxima.