¿Sobrevolar el Palacio de Invierno?
Por Augusto Álvarez
Durante los actos conmemorativos del 80 aniversario de la victoria rusa sobre el nazifascismo, cabe preguntarse: ¿se podrá sobrevolar el Kremlin?
Sabemos que en países como Estados Unidos, por razones de seguridad nacional, está estrictamente prohibido el sobrevuelo de aviones sobre áreas sensibles como Washington D.C. Por tanto, aunque desconocemos con exactitud las regulaciones aéreas rusas, es razonable suponer que en Moscú —y particularmente en fechas tan simbólicas— no se permitirán vuelos no autorizados sobre espacios clave del poder, como el Kremlin.
Muchas personas suelen referirse a sus viajes a Estados Unidos diciendo que van a Washington «en vuelo directo», sin saber que el principal aeropuerto que sirve a la capital estadounidense está en realidad en el estado de Virginia. Mientras tanto, Camp David, donde usualmente se resguarda la salud y seguridad presidencial, se encuentra en Maryland. Estos detalles revelan cómo el diseño estratégico de las grandes potencias prioriza la protección del poder y sus figuras clave.
En fechas especiales, la seguridad de los países con peso global no da espacio a la improvisación. Y Moscú, en una celebración tan cargada de historia y simbolismo como el 80 aniversario del fin del nazifascismo, no será la excepción.
Ochenta años han pasado desde aquella victoria que cambió el rumbo del siglo XX. Hoy, más que celebrarla, deberíamos comprometernos a aprender de ella.