
Mensaje 4235
AYUDAME A SALVAR UNA VIDA
Hola, amigos, ¿qué tal? Merhaba, arkadaslar, ¿nasilsiniz?
Siempre se ha definido robar, como la acción de quitar o tomar lo ajeno para sí con violencia o con fuerza. Sin embargo coger lo ajeno pacíficamente, con una actitud que ni te inmutas, también es robar.
La Biblia condena el robo como un pecado. El pasaje de Éxodo 20:15 dice: «No hurtarás.» Además, se enfatiza la importancia de trabajar honestamente para satisfacer las necesidades propias y ayudar a los demás. El Nuevo Testamento, en Efesios 4:28, refuerza esta idea al instar a quienes robaban a dejar de hacerlo y a trabajar para compartir con los necesitados. Esta prohibición del robo se extiende a evitar el engaño y la mentira, como se ve en Levítico 19:11. La Biblia presenta el robo como una transgresión tanto moral como espiritual, que socava la confianza y el bienestar social.
Son muchas las personas que minimizan este pecado, como muchos otros, pues hemos vivido en una sociedad donde el único gran pecado es fornicar y todo lo que tiene que ver con sexo, pero si bien esto es cierto, robar es tan perjudicial y dañino como cualquier otro gran pecado.
Por ejemplo, cuando hablas mal de alguien, críticas, murmuras, chismoseas, estas robando y matando la reputación del otro, esto es grave, muy grave, y así nos atrevemos a ir a la Iglesia y hasta comulgar.
Cuando en tu negocio engañas a alguien cobrándole de más, o no devuelves lo que te entregaron de más, estas robando.
Cuando estás enamorando a la pareja de otro, quitándole el enfoque, tentándola, conquistándola, estas robándole el amor al otro, cuando no cumples con tu trabajo y estas perdiendo el tiempo en un celular o computadora haciendo cosas que no son tu trabajo, estas robando.
Cuando en la empresa o institución donde trabajas, te embolsillas un dinero extra, porque esa es la costumbre, estas robando y esto está muy mal, y eso que no hablemos de las posiciones y de los que expresan: “hay que aprovecharse ahora que estamos aquí”, con ese afán ilícito de enriquecerse.
Cuando no estudias y estas perdiendo el tiempo, estás malgastando el dinero que con tanto sacrificio tus padres están pagando, eso es robar.
Cuando no pagas salarios justos, alteras facturas, te llevas el material de oficina para tu casa, eso es robar. Cuando tomas cosas prestadas y no las devuelves, eso es robar.
Cuando malgastas el tiempo de tus hijos y pareja, quienes viven añorando tu presencia, le estas robando el tiempo a tu familia.
Es más, somos tan barbarazos, que Dios nos lo da todo, a cambio de que ayudemos al prójimo y le devolvamos su gesto diezmando a las cosas de Dios, pero ganamos, ganamos y ganamos, y no ayudamos a nadie y mucho menos dar para las cosas de Dios.
1 Corintios 6:10 nos dice: “ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios.”
Víctor Martinez te invita a desempolvar los 10 mandamientos que aprendiste de niño en la catequesis, vuélvelos a leer ahora con una consciencia de adulto.
¡Ah! y perdónenme quienes sienten que les he robado su tiempo.
Gracias a nuestra hermana Vielka Suazo este mensaje ha llegado hasta todos ustedes.
Hasta la próxima.



