Policías reclaman ascensos con pistolas al cinto
Por Augusto Álvarez
En una institución donde se privilegian los hijos, docenas de policías pusieron el grito al cielo, y desafiando la disciplina, se quejaron al no ser ascendidos, pese a que algunos de ellos tenían hasta siete años en el rango.
Históricamente, los jefes policiales recomiendan promover de rango a hijos de funcionarios, así como a aquellos con apellidos que dieron ¡brillo! al cuerpo de orden.
Además, nadie ignora la sorprendente facilidad con la cual se eleva el rango a los denominados «duros», es decir, aquellos policías especialistas en trabajos especiales.
Ciertamente, bordeando los 7 mil miembros del cuerpo de orden público resultaron agraciados con los ascensos que recomendó la Dirección General.
Sin embargo, e independientemente de las limitaciones económicas del cuerpo, la gente pregunta ¿todos los ascendidos tenían el tiempo requerido?
Cuestionado por los periodistas, el coronel Frank Félix Durán, vocero de la Policía, dijo tener muchos años en el mismo rango, pero no se queja. Claro, una cosa es con guitarra y otra es con violin, enmendar cualquier exceso, tras un «intercambio de disparos», y otra ver el rostro de la gente en esas calles barriales.
Entre los miembros de la Policía que no fueron agraciados con los ascensos, figuran muchos con cinco, seis y hasta siete años en el rango.
En tiempos de Reyes, cuando los niños pobres no recibían juguetes y eran engañados con que esperaran a una tal viejita, llamada Belén, que nunca llegaba, para sofocar la protesta de los grises, se habló de una “nueva lista” con los nombres de los viejos en el rango.
La protesta policial no es nueva, ya tuvo un prólogo al final de uno de los gobiernos del doctor Joaquín Balaguer, cuando fueron obligados a marchar con la bandera colorá en sus armas.
Se podría definir de incierta la posibilidad de que reciban el ascenso los policías protestantes? Se recuerda que antes se estilaba enviar a zonas lejanas, de castigo, a militares y policías en la mirilla.
