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Libérate de ese tormento

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REFLEXIONES…

 

 

 

 

Hola, amigos, ¿qué tal? Merhaba, arkadaslar, ¿nasilsiniz?

Tal vez hoy te has levantado con situaciones que te están dando vueltas en la cabeza, casi no dormiste, estas perturbado, angustiado por alguna situación o persona. A los seres humanos nos sobran razones para estresarnos, la falta de un buen trabajo, los problemas económicos, una pareja que no funciona, un hijo que nos preocupa, una enfermedad, una pérdida, un embarazo a destiempo, que se yo, tu sabrás que te tiene hoy atormentado.

Víctor Martínez te habla hoy con el corazón en la boca, he pasado por muchas de esas situaciones y he tenido que navegar en grandes tormentas, he sentido miedo, me he angustiado, he querido abandonar, me he sentido en un callejón sin salidas, me ha embargado la soledad, el abandono, la ansiedad, la tristeza queriendo arrebatar mi felicidad, sin embargo he podido navegar y vencer esos temporales con la ayuda de Mi Dios.

Quiero decirte que Dios te ama mucho, y te ama tanto que ha querido que tu hoy escuches este mensaje, como respuesta a tus ruegos y preocupaciones.

El Señor conoce todo lo que te pasa, incluso tus peticiones antes de que se las haga, muchas de tus situaciones han sido fruto de tus inexperiencias, errores, terquedad, en fin, no vamos a culparte, pero si vamos a recordarte que Dios te hizo libre y ha respetado tu libertad y las decisiones que has tomado, te ha dejado vivir tus aprendizajes, pero con la esperanza de que te sirvan de algo, de que te lleven a meditar profundamente acerca de tus errores o decisiones mal tomadas, sin embargo, su misericordia es tan, pero tan grande, que basta con que te inclines ante Él, le supliques, le pidas piedad, perdón por haberte alejado de Él, y ores con fe y con la seguridad de que te va a extender su mano amiga.

Hermano, hermana que me escuchas, ¿por qué no aprovechas ahora donde quiera que estes, cierra tus ojos y elevas junto a mí esta oración?:

Padre de amor, Padre amado, me inclino ante Ti, para pedirte perdón por mi falta de fe, por haber dudado de tu efectividad y misericordia, Tu que has derramado tu Santo Espíritu sobre tantos fieles, envía a mi vida tu Espíritu Santo, en este momento, para que me llene de tu fortaleza, de tu paz, de tu sabiduría divina, de tu amor, para que renueve mis fuerzas, me dé luz y me conduzca por el camino correcto a seguir, para salir de todas las situaciones que me han tenido angustiado. Te amo mi Señor, bendito y alabado seas por siempre, gracias por escucharme y perdonarme. Amén.

Este mensaje ha llegado a todos ustedes como cortesía de un exalumno muy agradecido.

Hasta la próxima.

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