Caos del transporte y la descuartización de Obras Públicas

Por Augusto Álvarez

El transporte público estuvo dirigido por la Dirección de Tránsito Terrestre, bajo la sombrilla de Obras Públicas, hasta que dicha cartera fue descuartizada.

El peso de la militancia partidista liquidó a los especialistas en la búsqueda de mecanismos para dar con la posible solución al desorden del transporte público.

De las figuras y figurinas que han desfilado como protagonistas —chantajeados por los empresarios del transporte, llamados “sindicalistas”— observe estos nombres y júzguelo usted:

En AMET, su primer incumbente fue el ingeniero Hamlet Germán. En Tránsito Terrestre, bajo la sombrilla de Obras Públicas, estuvieron Dorian Villalba y Onésimo Jiménez. Desde las filas policiales, emergió el general Frener Bello Arias para “organizar” el desorden vial… y por ahí siguió la crisis. ¿Cómo valora usted al general citado en AMET?

Se dice, entre murmullos de políticos, que Frener Bello, un abogado de Barahona, general de la Policía Nacional, que en medio del caos de los sindicalistas-empresarios, su paso por AMET/DIGESETT fue de los menos traumatizantes, vista la situación que tenemos ahora.

Su gestión alivió el caos en el tránsito, hizo más fluido el desplazamiento por las principales avenidas, detectó  los casi 500 puntos críticos en las carreteras y autopistas, con lo que hizo posible  una reducción de accidentes viales, y muertes por accidentes de tránsito.

Fue una gestión positiva, difícil de superar y el tiempo lo ha demostrado así.

Mi criterio, para evitar el mayúsculo drama del transporte: si en un ayer no tan lejano y con un parque vehicular 50 % menor, se decidió que unos días circularan los nones y otros los pares… ¿funcionaría mejor el tránsito hoy?