¡Felices los periodistas!… Compactado el CDP

Por Augusto Álvarez

La tradición del Colegio Dominicano de Periodistas (CDP) ha sido, lamentablemente, la de funcionar como un comité de base del partido que ostente el poder, perpetuando la corrupta práctica de la reelección, como si la vocación servil fuese parte de su ADN institucional.

Pero si la reelección fue capaz de asesinar a Orlando Martínez, a Goyito, a Plinio Díaz, a Marcelino Vega y a otros mártires del periodismo, ¿por qué insistir en perpetuar ese mismo vicio dentro del CDP?

¿Acaso no hemos aprendido nada?

La reelección es tan odiosa, y genera tanta corrupción, traición y ejecuciones selectivas, que el propio presidente Luis Abinader percibió el riesgo para un tercer mandato (la Constitución se lo prohíbe) y —con olfato político— dijo: “No volveré”.

En cambio, el llamado Penco, peón del expresidente Danilo Medina, nunca tuvo la lucidez de entender que su candidatura no era más que una caricatura, una “crónica de un sí y un no”, como diría Pedro Mir.

Danilo sabía que ese proyecto no cuajaría. Su carnaval político en la UASD parece haber terminado… aunque habría que preguntarse: ¿cómo luce su hoja de vida hoy?

Aprendí, en una escuela política, que la voz es la cáscara material del lenguaje. ¿Lo duda usted?

Fue ahí cuando se me encendió el farol y recordé a Orlando Martínez, asesinado por la reelección de Balaguer.

También pensé en “Microscopio”, y en el comediante e intelectual Terencio, quien dijo: “Nada humano me es ajeno”.

¿Hasta dónde nos empujarán esta vez para imponer otro candidato pelele?

El próximo 29 de agosto, asistiremos —sin asombro ya— al sepelio de una extraña alianza entre dogmas y soñadores, un matrimonio por conveniencia que terminará como empezó: en silencio.

Y cuidado, candidato, que entre sus allegados hay quienes conocen bien la ópera de los tres centavos, y también los nombres que circulan en expedientes de la Fiscalía, incluso una pastora mencionada en casos de corrupción mayúscula.