Reflexiones: Ten compasión de mí
Hola amigos, ¿qué tal? “Ten compasión de mí”, decía insistente y desesperadamente Bartimeo a Jesús, él, reconociendo sus limitaciones, seguro de que el Padre lo sanaría, se humillaba y sin importar quien lo escuchaba decía: “Ten compasión de mí”.
Reconocimiento, deseos profundos de sanar, humildad, petición profunda y sincera, fe, reinan en aquel momento entre Bartimeo y Jesús, todas las condiciones están dadas para que el milagro sea realidad, “¿Qué quieres que haga por ti?, Quiero ver. Anda tu fe te ha curado.Recobró la vista y decidió seguirlo.”
Ahora te toca a ti, ¿te falta tu salud física, emocional, espiritual, estás corrompido, tienes grandes deudas, falta de empleo, problemas con tu pareja, un hijo que te atormenta?, no importa, lo que sea ponlo en manos de Dios.
¿Te atreves a suplicarle que tenga compasión de ti sin importar quien esté a tu lado escuchándote, te reconoces pecador, en verdad tienes profundos deseos de que las cosas cambien? Pues anda, actúa con humildad, con sinceridad y pide con fe al Señor, es más, empieza a seguirlo antes de que te conceda el milagro, como muestra de tu amor desinteresado hacia él.
Víctor Martínez te asegura que el Padre nunca falla a sus hijos que le piden de corazón y deciden rectificar sus errores pidiendo perdón.
Grita con todas tus fuerzas: “Jesús ten compasión de mí”.
Hasta la próxima.
