REFLEXIONES: Peligros al cerrar las Iglesias
AYUDAME A SALVAR UNA VIDA
Hola, amigos, ¿qué tal? La Eucaristía es la mayor representación del Padre entre nosotros, “tomen, este es mi cuerpo, esta es mi sangre”, alimento espiritual que nos fortalece, que nos purifica y nos llena de la presencia de Dios para luchar contra las tentaciones y los males de este mundo.
Lo mismo sucede en cada religión o creencia, todos nos reunimos a adorar al Padre y recibir su bendición y protección. “Dónde quiera que dos o más estén reunidos en mi nombre, ahí estaré”
Pero, en medio de todos estos males que nos aquejan en el mundo entero y sabiendo que la enfermedad es fruto del pecado, consecuencia del comportamiento del hombre, de la humanidad, que elige las cosas del mal, del demonio o como tu le quieras llamar, lo único que tenemos para combatirlo es la presencia de Dios. Si nos aislamos, cerramos las Iglesias, no recibimos la Eucaristía, no nos podemos congregar en oración, corremos el riesgo de que muchos descuiden su espiritualidad y descuiden la oración, entonces estaremos perdidos.
Víctor Martínez piensa que TODOS, absolutamente TODOS, debemos reunirnos en familia a orar por la salvación del mundo, a la misma hora todos los días, para combatir los males, dado el poder de la oración y la voluntad del Padre.
Empecemos hoy a las 6:00 p.m. nuestra jornada de oración diaria, con cánticos, alabanzas, lecturas bíblicas, rezos del rosario, como cada cual lo elija. Vamos a convertir nuestros hogares en templos vivos del Espíritu Santo. Sonemos las alabanzas a Dios como cántaros y ollas.
Hasta la próxima.
