Un quirófano de Dios

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REFLEXIONES

Hola, amigos, ¿qué tal? Merhaba arkadasim ¿nasilsin?

Todos saben que me toco vivir la experiencia de pasar por un quirófano, nada traumático, ni complicado, ningún contacto especial con mis gentes del más allá, lo que si debo confesar es cómo me impresionó escuchar aquel equipo de médicos y asistentes, invocar la presencia del Todopoderoso para que dirigiera las manos del Dr. Juan Batlle y las intervenciones que tendrían en el día.

Y cómo ciencia y fe siempre han tenido sus diferencias, se siente uno más seguro cuando personas de ciencia, doblegan su orgullo y con humildad reconocen que sin las directrices y asistencia del Señor nada se puede lograr.

La asistencia, el cuidado, la higiene, la armonía y las buenas vibraciones que se sienten en el Centro Láser no tienen comparaciones.

Hoy doy gracias al Padre por todos los que me pusieron en sus oraciones, me enviaron mensajitos de amor, estuvieron pendientes, por el apoyo recibido de amigos y familiares y sobre todo porque una vez más el Señor me da testimonio de su amor y predilección por mí.

Víctor Martínez, definitivamente se siente dichoso, Dios nunca me abandona, no me falla, dirige mis pasos, me guía, me ilumina y me demuestra cada día cuán grande es su amor y misericordia para quienes actuamos conforme a sus preceptos y nos entregamos a ayudarlo en su misión de apoyar al prójimo.

Nadie, pero nadie, debe dudar jamás de que yo soy el hombre más feliz del mundo.

Hasta la próxima.