El padre Fidel, un sacerdote diferente

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REFLEXIONES…

Hola, amigos, ¿Qué tal? Merhaba, arkadaslar, ¿nasilsiniz?

El padre Fidel es un personaje muy conocido en muchos rincones del planeta, sacerdote Carmelita, excelente hombre, amigo incondicional y gran apoyo en mis momentos difíciles.

Siempre lo ha caracterizado su humildad, por lo que le pido mis disculpas por mencionarlo, recuerda, amigo, que mis mensajes de amor son inspirados por el Espíritu Santo, y yo me dejo conducir.

Lo recuerdo por nuestra labor apostólica de predicar retiros a miles de jóvenes en República Dominicana y su gran apoyo cuando me tocó fundar y formar la comunidad de la Parroquia El Buen Pastor. Una de las cosas que más apreciaba de este hombre de Dios, es que como mi confesor nunca me juzgo, solo me escuchaba y pedía a Dios por mi perdón.

Se fue a vivir a España y he pasado muchos años sin verlo, por eso me sorprendió el mensaje que recibí hace unos días de él: “Gracias. Victor Martínez, soy Fidel OCD (Santiago Soria) por tus mensajes, a veces cuando menos lo esperas surge un corazón que ilumina tanta oscuridad social en este mundo de noticias negativas, maltratos, asesinatos, odios, etc.

Un mundo tan maravilloso que el Autor quiso hacerlo, para compartir su inmensa felicidad con los seres humanos, hechos a su imagen y semejanza. Él nos enseñó las pautas para participar de esa felicidad. ¡Qué pena no haberlas acogido!

Gracias por el mensaje que enviaste a favor de los sacerdotes, valorando e interpretando realmente la vida de nosotros, me siento muy agradecido, quiero que sepas que realmente vale la pena que envíes algunas noticias positivas, valoradas, para que la luz pueda irse sembrando en el público, como tantas otras malas semillas se siembran; una vez más te lo agradezco y oro mucho por ti y por tu familia, un abrazo.”

Sólo expresé, ¡Oh el Padre Fidel oye mis mensajes! Pequeños testimonios diarios que le dan sentido a mi vida, gracias, Señor por tanto amor.

Ayer alguien muy querido me decía que le dejara de enviar los Mensajes de Amor inspirados por el Espíritu Santo, no voy a negar que hirió mi corazón, hoy la voz del Señor se levanta y me recuerda aquellas palabras que aparecen en Lucas 6 que dice: “Dichosos ustedes cuando los odien, cuando los discriminen, los insulten y los desprestigien por causa del Hijo del hombre”, y aunque claro no es el caso, sé que al predicar constantemente la Palabra de Dios, se corre el riesgo de tocar algunos corazones en lugares muy susceptibles y de ser rechazado.

Solo me queda repetir el salmo 63: “Tu amor es mejor que la vida; por eso mis labios te alabarán. Te bendeciré mientras viva, y alzando mis manos te invocaré”.

Muchos oían y no entendían, por eso el Padre les dijo: “El que tenga oídos para oír, que oiga”

Este mensaje ha llegado a todos ustedes como cortesía de la Sra. Yolanda Logroño.

Hasta la próxima