AYUDAME A SALVAR UNA VIDA
DIA: 27
Hola, amigos, ¿qué tal? Merhaba, arkadaslar ¿nasilsiniz?
Si algo hay importante en este caminar cuaresmal, para crecer en el Espíritu, madurar en la fe y acercarnos más a Dios, es escuchar con atención Su Palabra.
La gente tiende a olvidar a Dios y poner su confianza en las cosas de este mundo, en los hombres, en alianzas humanas, militares, económicas, políticas. Nos dice Jeremías 17:
“Bendito quien confía en el Señor y pone en el Señor su confianza. Será un árbol plantado junto al agua, que junto a la corriente echa raíces; cuando llegue el estío no lo sentirá, su hoja estará verde; en año de sequía no se inquieta, no deja de dar fruto”.
El mismo Salmo 1 lo reitera:
“Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor. Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los impíos, ni entra por la senda de los pecadores, ni se sienta en la reunión de los cínicos; sino que su gozo es la ley del Señor, y medita su ley día y noche”.
Lamentablemente la mayoría de las personas mientras más acomodadas viven, en la abundancia, “sin problemas, ni preocupaciones,” menos piensan en Dios, no se detienen a escuchar la Palabra de Dios y tienden incluso a ser más agarrados con las cosas materiales sin querer compartir lo suyo con nadie.
El mejor ejemplo nos lo da san Lucas 16, cuando nos pone el ejemplo del hombre rico y el mendigo, pero por más mensajes de amor que lleguen a esos oídos, por más prédicas que escuchen muchos en la Iglesias, la indiferencia para amar al prójimo como así mismo, crea un abismo inmenso entre Dios y el hombre.
A partir de hoy, Dios quiere que tú escuches Su Palabra, que aprendas a comunicarte con Él con efectividad, que disfrute del gozo que se siente cuando ese bálsamo de amor, que es Su Palabra se anide en tu corazón.
Víctor Martínez te invita hoy a buscar una Biblia, escógela con cuidado, asesórate y hazla tuya, debe ser tu guía y consejera diaria la cual debes conservar en tu mesita de noche, para estrechar diariamente tu comunicación con Dios y recibir su luz, si ya la tienes, úsala.
Gracias a nuestro hermano Juan Moquete por unirse en oración con nosotros y hacer posible que este mensaje llegue hasta todos ustedes.
Hasta la próxima.
