Friusa, inseguridad, corrupción, cooperativa, reforma y abusos policiales

Buenos días…

La presión popular, y especialmente la marcha del 30 de marzo, obligó al gobierno de Luis Abinader a ponerse la pila y actuar contra los ilegales, residentes en Mata Mosquitos y otros sectores de Friusa.

Ojalá que esa operación no sea otra de las historietas a que nos tienen acostumbrados, que montan un show por tres días, y después desaparecen las operaciones como por arte de magia.
Ejemplo, la lucha contra la corrupción y la impunidad. El propio presidente anunció la creación de una comisión anticorrupción, y eso fue, únicamente, buchipluma y nada más, mucha espuma y poco chocolate, porque la supuesta comisión no se ve ni por los centros espiritistas. Fue publicidad y nada más.

Y hablando de corrupción, ¡Cógelo, Picante! se enteró de que Milagros Ortiz Bosch, la que dice ser directora de Ética e Integridad Gubernamental, cosa que nosotros dudamos, porque ese organismo es inoperante o no existe, prometió que investigaría las acciones del director de la Policía Nacional, Ramón Guzmán Peralta, y sus millonarias inversiones en sus fincas del Batey Tarana, en Gonzalo, municipio Sabana Grande de Boyá, y en El Seibo. Ojalá no sea aguaje y publicidad.

Por cierto, sí hubo conflicto y militarización. Hay conflicto en la cooperativa de los policías y, además de hablar, mentiras, el director de la Policía, Guzmán Peralta, se quiere lavar las manos como Poncio Pilato.

Pero, además, quieren involucrar a oficiales generales en ese conflicto, que nunca han estado ligados a la cooperativa. Todos los policías saben quiénes fueron los que desfalcaron esa cooperativa, y quiénes son, los que quieren administrar ilegalmente, los fondos de esa cooperativa.
Si el presidente Abinader se preocupara por las acciones de corrupción, que ocurren en su gobierno, instruya a la Procuraduría General de la República a investigar lo que está pasando en ese lugar, la cooperativa de los policías.

Hay una guerra de intereses allí, y esa cooperativa es de los policías. No es de la Policía. Y esa cosa que se llama IDECOOP, debe actuar con responsabilidad, aplicando lo que dice la Ley 127-64, y no permitir que se le juegue “cucara-macara” a los policías.

Presidente Abinader, ordene investigar el desorden en la cooperativa de los policías, al menos por los últimos 12 años, y el incendio aquel, horas antes de hacer una auditoría, donde únicamente se quemaron los archivos muertos.
El viernes, en la cooperativa de los policías no corrió la sangre por obra y gracia de la Virgen de La Altagracia, y por la prudencia de los representantes del IDECOOP y los actuales directivos de ese organismo de los policías. Vea este deo

Sería bueno que la ministra de Interior, Faride Raful, que habla mucho y hace poco, explique a este país si la su reforma policial es para echarle gas pimienta a los ciudadanos, simplemente por preguntar: “¿Por qué me detienen?”
Faride, la seguridad no se impone con maltratos a ciudadanos, ni violando los derechos fundamentales al ciudadano. Se impone trabajando en los barrios, con verdaderos encuentros con comunitarios, no con políticos, haciendo campaña a destiempo, y mucho menos, promocionando candidaturas de funcionarios.
Faride Raful, prepara un salón en el ministerio de Interior y Policía, para ¡Cógelo, Picante! ir con su equipo, incluyendo sus asesores, a darle una cátedra a usted, su policía y su gobierno, de qué es una reforma y de cómo se combate la inseguridad, que para eso no necesitamos asesores españoles, ni colombianos y mucho menos, asesores como Rudolph Guiliani.
En República Dominicana, no hay seguridad, y mucho menos, reforma policial. Eso es un mito, un engaño o una publicidad barata
Para que se hable de reforma, hay que sacar a los corruptos y a todo el que huela a corrupción de las filas policiales. Y en la Policía hay corrupción, hay delincuentes uniformados. Llueven los abusos. La Policía es una institución digna, pero muy mal dirigida, y en estos momentos, tiene como director a un hombre señalado en acciones de corrupción y, además, de prevaricación.
Faride, usted como ministra de Interior y Policía, es cómplice de todas las diabluras que ocurren en ese país, en materia de policía y de seguridad.
¡Diantre! Mataron a otro policía en el sector el Café de Herrera, en Santo Domingo Oeste. Eso es inseguridad.
¡Wao! Mataron a un joven en el sector Cinco Casitas, de Sabana de la Mar. ¿Cómo se llama la obra? ¡Inseguridad!
¡Increíble! En la comunidad Boca Férrea, del distrito municipal Las Lagunas, en Moca, mataron un joven dentro de su casa. Eso es inseguridad.
¡Cógelo, Picante! no tiene nada en contra de autoridades, sean civiles, militares o policiales, pero sí, estamos en contra de sus malas acciones, y nosotros estamos comprometidos con decir la verdad y nada más que la verdad, y al que le pique, que se rasque.