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¡Cógelo, Picante! no calumnia y quien se sienta ofendido… que accione

Buenos días…

Lo hemos dicho una y mil veces: quien se sienta calumniado por ¡Cógelo, Picante! tiene derecho a réplica. Puede desmentirnos o acudir a los tribunales. Aquí no inventamos nada. Investigamos con responsabilidad y contamos con fuentes confiables.

Dentro del equipo de ¡Cógelo, Picante! hay profesionales con vasta experiencia en materia de seguridad y asuntos policiales, que podrían fácilmente ser maestros del actual -e incompetente- jefe de la Policía Nacional, así como de los aspirantes a dirigir esa institución.
Además, tanto en ¡Cógelo, Picante! como en Relámpago Informativo colaboran juristas de renombre y expertos en investigación, con conexiones dentro y fuera del país. Quienes se consideren calumniados, que levanten la mano, y nosotros, con mucho gusto, les entregamos las pruebas. ¡En sus propias manos!
Al director de la Policía Nacional que no venga con evasivas. Debería estar preso por, al menos, tres delitos penales. Está libre —aunque no exento de culpa— gracias a la protección del gobierno de Luis Abinader y de dos altos funcionarios que, evidentemente, le cubren la espalda. ¿Por qué? Quizá por su protagonismo en los comicios de 2020 en la Junta Central Electoral, que obligaron a ese organismo a suspender las elecciones municipales. 
Recordamos al inspector general de la Policía que tenemos en nuestro poder dos auditorías —incluso las tenemos fuera del país— que lo implican en graves irregularidades durante su gestión como jefe administrativo del Hospital de la Policía Nacional. Su paso por la Intendencia de Armas fue turbio y cuestionable. No lo niegue. Explique al país, de donde sacó recursos para adquirir un apartamento de lujo en la urbanización El Renacimiento.
Al subdirector general de la Policía que explique al país por qué fue despedido de manera deshonrosa de una cementera en Santiago. ¿A cambio de qué comenzó a armar a oficiales retirados forzosos, en clara violación de la ley y el reglamento policial? ¿Y por qué lo sacaron del IPE y cuál es su verdadero rol, actualmente, dentro del IPE?
Es vergonzoso que dos hermanos del presidente Abinader estén promoviendo, por separado, al inspector general y al subdirector de la Policía como posibles directores generales. Ambos carecen de la moral y la capacidad necesarias para dirigir una institución llamada a garantizar la seguridad pública, hoy más desacreditada que nunca tras la fracasada «reforma policial».

Si el presidente tuviera real interés en combatir la inseguridad —que solo él parece no ver— ya habría destituido a todos los altos mandos policiales, y nombrado a una persona con principios, capacidad gerencial, conocimiento interno, respetado entre sus pares y, sobre todo, sin vínculos con la corrupción ni el narcotráfico.

Sobre el general Guzmán Peralta, hay que felicitarlo por haberse vuelto millonario de la noche a la mañana. Lamentablemente, esto ocurre ante la mirada indiferente del presidente Abinader, de la procuradora Yeni Berenice Reynoso y de la directora de ética Milagros Ortiz Bosch. Esta última debería cerrar la Dirección General de Ética e Integridad Gubernamental, que, según fuentes de ¡Cógelo, Picante!, solo persigue a funcionarios de cuarta y quinta categoría.

Sobre el caso Jet Set, es cierto lo que dice la gente: el gobierno, y especialmente el presidente, protege a los dueños de la discoteca Jet Set, en particular a su rostro más visible, Antonio Espaillat. Abinader incluso le asignó su abogado personal. Eso es una vergüenza nacional.
Graves denuncias: Las denuncias realizadas por Jochi Gómez son serias. En Estados Unidos han sido tomadas con mayor interés que en la República Dominicana. Según nuestras fuentes, las autoridades norteamericanas ya investigan a Milton Morrison y Jorge Luis Polanco. Esto debería avergonzar al presidente Abinader y a su Ministerio Público.
Este país es pequeño, y quien dice lo que quiere, escucha lo que no quiere. Al que le sirva el traje, que se lo ponga. Y al que le pique, que se rasque. Estamos peor que en los tiempos de Sodoma y Gomorra.
Y por último, atención país: Guzmán Peralta y el director policial de Santo Domingo Norte deben explicar qué ocurrió con “Bryan”, el capo barrial que operaba con total impunidad en esa zona, con conexiones dentro de la Policía y cercanas a figura de la propia Dirección General. Además, Guzmán Peralta debe rendir cuentas por el caso del sargento “Rubio” y sus negociaciones con el narcotráfico. Escuchen el audio —que volvemos a publicar— y pedimos al expresidente Donald Trump, ¡perdón!, al presidente Abinader, prestar atención. ¡Exijan explicaciones! ¿Qué pasó con el sargento «Rubio» y por qué sacaron de circulación al tal Bryan?

 

Si en República Dominicana existiera un Ministerio Público responsable e independiente, este caso fuera debidamente investigado, con conclusiones certeras y contundentes, y hasta los altos altares fueran desmantelados.

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