“Pepe” Mujica fue protagonista de una espectacular e histórica fuga
Logró escapar junto a 110 tupamaros del Penal de Punta Carretas

Como ciudadano, político y guerrillero, José “Pepe” Mujica fue historia. Fue uno de los principales protagonistas de la fuga más espectacular e histórica que se ha producido en una cárcel, a nivel mundial.
Y esto ocurrió, en la mañana del 6 de septiembre de 1971.
A las 5:00 de la mañana de ese día, 6 de septiembre de 1971, se llevó a cabo una de las fugas más impresionantes de la historia, cuando 111 prisioneros, entre ellos José “Pepe” Mujica y otros destacados miembros del Movimiento de Liberación Nacional Tupamaros (MLN-T), escaparon del Penal de Punta Carretas, en Montevideo, Uruguay.
Este evento se convirtió en la fuga de detenidos políticos más grande registrada en el mundo.
La planificación del túnel
El éxito de la evasión se debió a una combinación de ingenio, secretismo, corrupción y la habilidad de un ingeniero: Jorge Amílcar Manera Lluberas, quien planificó y dirigió la excavación del túnel. Usando planos antiguos del penal y herramientas improvisadas, los prisioneros crearon un complejo sistema de túneles que conectaba las celdas del penal y les permitía escapar sin ser detectados. El túnel se extendía 40 metros, desde la celda 73 en la planta baja hasta una casa en frente del penal, donde esperaban comandos tupamaros que los guiarían a lugares seguros.
El proceso de la fuga
Los prisioneros no solo cavaron el túnel, sino que también crearon un “corredor interno” perforando las paredes entre las celdas de los primeros tres pisos. Con tierra escondida bajo las camas y los boquetes disimulados por carteles y ropas colgadas, los carceleros nunca sospecharon nada. Sobornos a algunos guardias fueron fundamentales para conseguir menos requisas y el tiempo necesario para finalizar la obra en secreto.
Los obstáculos técnicos
El túnel no fue sencillo de construir. Encontraron obstáculos como la dureza de los cimientos y la falta de oxígeno.
Sin embargo, los prisioneros persistieron con turnos ajustados y el apoyo de Manera Lluberas, quien ideó herramientas caseras para medir el avance y mantener la línea recta.
Finalmente, el 4 de septiembre, después de 24 días de excavación, el túnel alcanzó la casa de enfrente. Un minuto de error en la excavación podría haberles costado la libertad.
La ejecución
La fuga estaba programada para la madrugada del 6 de septiembre, pero un accidente de moto que involucró a un miembro de apoyo externo retrasó la operación 24 horas.
A pesar del contratiempo, el plan se ejecutó con precisión. A las 5 de la mañana, los prisioneros comenzaron a salir uno por uno, trasladándose de una casa a otra, donde se cambiaban y recibían armas y dinero. La logística fue tan precisa que los 112 fugados ya estaban a salvo cuando la policía se enteró de la evasión durante el recuento.
Consecuencias
Jorge Manera Lluberas, el ingeniero detrás del túnel, fue capturado en 1972 y pasó más de 10 años en prisión. Su hijo Gabriel también se unió a la lucha, militando en Montoneros en Argentina, y luchó por la liberación de su padre. En 1985, con la caída de la dictadura uruguaya, los últimos prisioneros políticos, incluidos los tupamaros, fueron liberados.
Hoy en día, el lugar donde una vez estuvo el Penal de Punta Carretas es ahora un centro comercial en Montevideo, pero la historia de la fuga sigue siendo un símbolo de resistencia y valentía.
Este resumen destaca los eventos más importantes de la fuga histórica y la habilidad de los tupamaros para lograrlo, con la planificación meticulosa de Manera Lluberas y el compromiso de todos los involucrados.
La fuga no solo fue una hazaña de ingeniería, sino un acto de desafío frente a la opresión.