Puerto Príncipe, rehén de pandillas en una crisis sin precedentes

HAITÍ

La capital de Haití, Puerto Príncipe, sigue atravesando una crisis de seguridad sin precedentes, donde más del 85% de la ciudad está bajo el control de poderosas bandas criminales, principalmente la coalición Viv Ansanm y la pandilla Gran Grif, que han desbordado la capacidad del Estado para garantizar la seguridad y fueron declaradas como terroristas por Estados Unidos.

La violencia pandillera ha provocado el desplazamiento de más de 20 mil personas en solo cuatro días, con muchas de ellas refugiándose en campamentos improvisados, sin acceso a servicios básicos.

Además, las bandas han forzado el reclutamiento de menores, quienes representan la mitad de sus filas, y han incrementado los casos de violencia sexual y asesinatos, según señalan líderes comunitarios y políticos de la empobrecida y violenta nación caribeña.

Su sistema de salud está al borde del colapso, con 18 hospitales cerrados, debido a la inseguridad y escasez de suministros médicos.

La violencia también ha interrumpido las cadenas de suministro, dejando a la ciudad aislada y agravando la crisis humanitaria.

En las últimas 48 horas, Haití ha sido escenario de una serie de incidentes violentos que reflejan la creciente inestabilidad en el país.

Una mina de asesinatos

Desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse, en julio de 2021, Haití ha atravesado una crisis de seguridad sin precedentes.

La violencia de las pandillas ha provocado la muerte de más de 5,600 personas en 2024, con un aumento del 22% respecto al trimestre anterior.

En el último trimestre de 2024, se registraron al menos 1,732 muertes, incluyendo 75 niños, y 411 heridos, de los cuales 22 eran menores de edad.

Además, en diciembre de 2024, una masacre en Cité Soleil dejó más de 180 ancianos muertos, acusados de brujería por una banda liderada por Monel Félix.

Operativo en Cabo Haitiano

La madrugada del sábado 3, la Policía Nacional de Haití (PNH) llevó a cabo una operación en la entrada sur de Cap-Haïtien, específicamente en el sector de Nan Zombie.

Durante el operativo, cinco presuntos miembros de una banda liderada por un individuo conocido como «Koulou» fueron abatidos.

Entre los muertos se encuentran Dessalines, Tchaly, Pétion, Bicha y Kòvè.

La operación también resultó en la detención de Carla Saint Juste, pareja de Dessalines, y en la incautación de armas de fuego, incluyendo una pistola Taurus de calibre .40 mm y un arma de fabricación casera.

Un oficial del SDPJ, Calixte Romario, resultó herido en el muslo durante el enfrentamiento, pero su condición se considera estable.

Incautación de armas en Miragoane

El mismo día, la Oficina de Lucha contra el Narcotráfico (BLTS) realizó una operación en la comuna de Miragoane, donde incautó varias armas de fuego, dispositivos tácticos, drones y municiones.

Se ha informado que estos materiales pertenecen a un agente de la PNH asignado al servicio de aduanas en la zona fronteriza marítima, lo que plantea interrogantes sobre la implicación de ciertos miembros del aparato de seguridad en actividades ilegales.

Reacciones gubernamental

En medio de estos eventos, el primer ministro de facto, Alix Didier Fils-Aimé, ha expresado su intención de llevar a cabo un referéndum, lo que ha generado críticas entre sectores patriotas que consideran que el destino de los haitianos nunca ha sido respetar los documentos votados y ratificados.

El 3 de mayo, con motivo del Día Mundial de la Libertad de Prensa, Fils-Aimé recibió a periodistas en el Gabinete del Primer Ministro, en un contexto donde Haití ocupa el lugar 111 entre 180 países en el ranking mundial de libertad de prensa de Reporteros sin Fronteras (RSF).

Estos incidentes reflejan una situación de creciente violencia e inestabilidad en Haití, donde las bandas armadas continúan desafiando la autoridad del Estado y afectando gravemente a la población civil.