Se ha ido a honestidad de Mujica
La Fuga: Pepe y los Tupamaros
Se ha ido la honestidad, representada por el inmenso Pepe Mujica, expresidente de Uruguay.
¿Quién como él, conquistador de admiración, aplausos y vivas, no solo de su pueblo, sino además de quienes siguen la ruta de sus enseñanzas?
Es difícil emular la conducta de un ser humano que, desde la posición más alta del Estado, fue fiel a los principios por los cuales luchó.
El martes 13, si la casualidad es una categoría histórica, esa «chepa» y el cáncer pusieron punto final a un hombre, que desde el poder ejerció guiado por su arma más poderosa: la honestidad.
Al revelar el final de la existencia de Pepe Mujica, el presidente uruguayo Yamandú Orsi expresó el dolor colectivo de su nación y más allá.
La gran fuga
En 1971, Pepe Mujica, acompañado de 111 tupamaros, se escapó de la cárcel de Punta Carretas, la mayor evasión de prisioneros políticos registrada hasta ahora en el mundo.
Justamente, el lunes 6 de septiembre, a las 5 a.m., tuvo lugar la fuga de Pepe Mujica y sus compañeros, junto a 5 presos comunes y el ingeniero que diseñó la huida.
En la historia política, Mujica siempre será un referente moral para quienes luchan por alcanzar el poder.
En la administración del Estado, José Alberto Mujica hizo lo que tenía que hacer. El matrimonio igualitario y la legalización de la marihuana son parte de sus enseñanzas.
En el quehacer de la cotidianidad política, Pepe Mujica constituye un ejemplo a seguir, siendo su honestidad un aporte difícil de emular.
